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6 T E O L O G IA D E LA P R E D IC A C IO N E N S A N P A B L O que ha de desarrollarse, según la voluntad del Padre que así lo dis­ puso. El pregonero de la Buenanueva no sólo narra o explica el con­ tenido de la historia de salud, sino que, predicando, h a c e historia de salud. 2. L a 'p red ic a c ió n com o p a la b r a de D ios. La afirmación más frecuente, la más clara, profunda y comprome­ tedora que Pablo hace sobre su predicación es ésta: Su predicación es p a la b ra de D ios. Pablo pregona que «Dios está en Cristo reconci­ liando al mundo consigo» (2 Cor. 5, 19). Dios ha puesto la salud de los hombres en Cristo muerto y resucitado y fuera de El no hay sal­ vación (Hech. 4, 12). Es normal que los oyentes del mensaje busquen una garantía para convencerse de que tales promesas son verdaderas y de que realmente la forma autoritativa y definitiva en que se pro­ nuncian proviene de Dios mismo. Pero, lo más grave es que a Pablo mismo se le nota continuamente preocupado por la autenticidad de este mensaje que él pregona como divino. El pregonero mismo se es­ tremece ante la seriedad y responsabilidad del anuncio que él pre­ gona. No se cansa Pablo de buscar la última seguridad para su acción misionera. Y la encuentra siempre en la convicción de que su pre­ dicación es ’’p a la b r a de D io s ” . «Porque os hago saber, hermanos, que el evangelio predicado por mí, no es conforme al gusto de los hom­ bres; pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo» (Gal. 1, 11). Por eso no puede Pablo ser infiel a lo que se le ha mandado pregonar, sino que tiene que hablar la palabra de Dios, como venida de Dios y delante de Dios en Cristo (2 Cor. 2, 17). La buenanueva que él pregona es la «Buenanueva de Dios» (Rom. 1, 1), para cuya proclamación él ha sido «seleccionado» (Rom. 1,1). La misma convicción la expresa frecuentemente al llamar a su predicación «palabra del Señor Jesús», «palabra de Cristo», «e- vangelio de Jesucristo». Para comprender en su debido alcance la categoría que adquiere la predicación al ser «palabra de Dios», se debería exponer una autén­ tica teología de la Palabra. Pero, el tema es oceánico y no podemos tratarlo ahora, ni siquiera ciñéndonos a san Pablo. Basta aludir a este tema y encuadrar la predicación dentro de la perspectiva más general de la palabra de Dios 6. Esta palabra de Dios es Dios mismo 6 . Los textos del N. Testamento pueden encontrarse en B a u e r , WB z NT., «logos» y las palabras citadas en notas anteriores. Para su contenido teológico véass K i t t e l , ThWB., «logos». También H. S c h l i e r , Wort Gottes. Eine iiéutesta- mentliche Besínnung, Würzburg 1962. Un ensayo de exposición sistemática sobre

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