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322 P R O B L E M A S A C T U A L E S D E L P E N S A M IE N T O . el tema del evolucionismo. No se puede comparar en modo alguno, dijo, el cosmos del Cusano con la visión que nos da hoy día el P. Teilhard de Chardin. El mundo de este último peca de fantástico. El de Nicolás de Cusa es mucho más racional y mesurado. Pero ello no obsta a que ciertos elementos de la visión cósmica del Cusano se presten a una interpretación evolucionista. Esto parece hay que decir de su afirmación tantas veces repetida de que la creatura tiende a realizarse del mejor modo que le es posible: « m e lio ri quo p o s s in t m odo». Ya de viva voz nos permitimos indicarle que tal expresión es de subido abolengo platónico y que mientras el concepto de tiempo no intervenga, nunca se podrá hablar de evolución en un pensador. Ahora bien; ¿interviene el concepto de tiempo en la estructuración cósmica de Nicolás de Cusa? Nuestro contacto personal con los textos nos dice que no. Aunque R. Haubst hizo alguna alusión al tiempo, somos del parecer que en su visión cósmica el Cusano se mueve siem­ pre dentro del esquema platónico de la graduación de los seres. Dos intervenciones españolas queremos destacar: la del P. Martí­ nez Gómez sobre la interpretación que da Nicolás de Cusa al dicho de Protágoras: « H o m o m e n s u ra r e r u m » y la del P. Colomer, T r a d i­ c ió n y m o d e rn id a d en la m e ta fís ic a d e l c o n o c im ie n to de N ic o lá s de Cwsa. El primero hizo ver cómo según el Cusano el hombre en el mismo acto de conocer viene a ser rey y creador de las cosas que conoce en cuanto conocidas. El segundo analizó finamente en qué sentido el Cusano preanuncia al hombre moderno, que se siente siem­ pre de camino y nunca en la meta. Este preanuncio lo hace el Cusano por cuanto considera que la verdad es lo absoluto, y como el hombre no llega nunca a lo absoluto de la verdad, de aquí que el hombre sea más una tendencia que una posesión, más un ponerse de camino que un llegar. Merecen destacarse ambos estudios por su contacto inteli­ gente con los textos originales. Hubo trabajos que han estudiado al Cardenal en su relación con otros pensadores, o como influyente o como influido. Maurice de Gan- dillac estudió las relaciones de Nicolás de Cusa con el Maestro Eckhardt. J. Quillet, el influjo de Marsilio de Padua en el Cusano; H. Vedrine, el influjo de Nicolás de Cusa en G. Bruno, etc.... El último día tuvo por tema la obra política o de gobierno del famoso Cardenal, sobre todo, su actuación como reformador de la Iglesia. En la sesión de clausura se volvió al tema de la actualidad de Ni­ colás de Cusa. El profesor de la Universidad de Padua, G. Flores d’Arcais quiso presentar lo que él juzgaba mensaje perenne de Nicolás de Cusa. Este mensaje consiste en una invitación a la reflexión, a la interioridad, a la intimidad. Hoy que la técnica nos acosa, decía,

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