PS_NyG_1964v011n002p0227_0255

DIONISIO CASTILLO 2 3 7 p re ju ic io s in flu ye n te s en la e xp lo ta ción del pueblo. E s el ateísm o de signo netam en te m a rx is ta 27. — Pero es el a teísm o moral — de la vo lu n ta d o po stu la to rio— el que p a rtic u la rm e n te no s in te re sa po r p re sen tarse con un ca rá c te r m á s d ire ctam en te «hum an ista» y de lu c h a po r la « a u te n tic id ad » ; con el p ropósito decid ido de devo lver a l hombre su n a tu ra le z a hum ana , a lie n a d a ... E n su concepción, D io s no hace sino alienar al hombre y quitarle su originalidad, creadora 2S. Son estos dos motivos, d en tro de ese h um an ism o g en e ra l que h e ­ mos exam inado , con los que p a rtic u la rm e n te se in te n ta ju s t ific a r la a c titu d de e lim in a c ió n ab so lu ta de Dios. In te n tam o s e xam in a rlo s m ás de ta lladam en te . SEGUNDA PARTE . — M O T IVO S PARTICULARES DENTRO DE SU HUMAN ISMO GENERAL A) Dios, alienación del h om b r e : Dondeyne h a de scrito la im p o rta n c ia del tema de la «alienación» en la s concepciones ateas con tem po ránea s con estas exa ctas p a la ­ 27. Cf. L a cro ix op. cit. 28-39 ; Descoqs op. cit., 494 ss. con abundante biblio­ grafía ; MO. Faddem. La filosofía del comunismo, Ed. S. Eve. R., Valladolid 1946 ; A. B r u c o tle r i, S. I., El Comunismo, su ideología y sus métodos, trad. de J. Goe- naga, Ed. Bibliográfica Española, Barquillo, Madrid 1948; H. de Lübac, Proudhon et le Christianisme, etc., maxime el cap. 4 " ; Antithéisme social, pp. 181-241; M. M G. G o ttie r , Les voies de l’athéisme dans le marxisme, en L’existence de Dieu, etc., pp. 19-33; G. W e tte r ; Marxismo ed ateísmo; en II problema dell’ateísmo, etc., pp. 139-144; Fabro, op. c it , p. 147 ss. ; M ich e l V e rre t/ Les marxistes et la reli­ gion. Essai sur l'athéisme moderne. Editions Sociales, Paris 1961, con la interpre­ tación materialista-política del hecho de la religion, máxime desde p. 98 s. Este ateísmo, además de suponer com o base la interpretación materialístico-dialéctica de la historia, y, p o r tanto, en este aspecto con las deficiencias de tal interpreta­ ción, es impotente para explicar «satisfactoriam ente» el hecho del fenóm eno re­ ligioso por el elemento económ ico. No negamos que en ciertos casos concretos haya podido motivarlo, o, m ejor, favorecerlo, y hasta aprovecharlo y abusar de é l; pero negamos sea capaz de explicar el fenóm eno com o tal, es decir, con su «universalidad» y su carácter «sagrado», «reverencial» y «fascinoso», radicando en la m isma naturaleza del hombre, ser em inentemente religioso. Cf. bibliografía en este aspecto en A. K o rin e k , op. cit., 14, 15, 21, 22, 25. 28. M o e lle r escribe a este propósito ; «L ’homme moderne prétend édifier un «humanism e» qui se passe de Dieu. Dieu ne peut être qu’une «aliénation» de la dignité hum aine... La pensée moderne prétend rendre à l’homme sa liberté; elle veut en faire la charte par excellence de sa grandeur», en Littérature du X X e siè­ cle et Christianisme. II, Casterman 1959, 25, 348. Para este punto cf. bibliografía de las notas 7 y 11. 3

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz