PS_NyG_1964v011n001p0073_0096

F E L IC IA N O DE V E N T O SA 79 sea una « p erfectio sim p lex ». Ni tiene cabida en su filosofía este con­ cepto En dos grandes categorías divide Sartre al ser: el ser-en -s\ (« l’en- soi») y el ser-pa ra -si («le pour-soi»). El se r -e n -s i carece de conciencia. Ello le imposibilita ser una « perfectio simplex. El ser-pa ra -si está dotado de conciencia; pero la conciencia para Sartre es la señal ine­ quívoca de que ha habido una caida del ser, de que ha tenido lugar una resquebrajadura en el ser. Por ello, tampoco el ser-pa ra -si puede ser una « perfectio sim p lex». La voluntad libre cae del lado del ser- para-si, por hallarse ligada a la conciencia. Ahora bien, dado el pe­ simismo sartriano en la interpretación de la conciencia, es imposible que la libertad tenga acceso a la plenitud de la «perfectio sim p lex ». Por otra parte, desde su perspectiva pesimista que le llevará hasta el nihilismo, Sartre piensa que el destino del hombre a la beatitud es un mito. No hay lugar en su filosofía para actos de plenitud beati­ ficante. De esta suerte se elimina el problema del influjo de la libertad en la beatitud plena por ser esta un momento inexistente en la vida humana. Más tarde veremos cómo, aun en el caso de que la libertad ejerciera su influjo, la actuación de la misma no sería nunca hacia la plenitud del ser, sino hacia el absurdo de la nada. Todo esto nos hace ver cuán precariamente se puede hablar de una convergencia inicial entre Duns Escoto y J.-P. Sartre. Sin em­ bargo, nos parece existir en cuanto ambos pensadores sitúan el tema de la libertad en el centro de la vida psicológica humana. Si para Duns Escoto la voluntad es el poder más noble del alma, es la po­ tencia reina, porque es ’’libera per essen tiam ”, se sigue de ello, como ya dijimos, que la libertad tiene un puesto central en la psicología humana. Aunque por caminos muy distintos a los de Duns Escoto también Sartre llega a concluir que la libertad es lo primario y lo más signi­ ficativo de la vida humana. Con su extremismo característico escribe Sartre: «El hombre no es primero para ser libre después, sino que no hay diferencia entre el ser del hombre y ’’ser libre” . Esto es, indudablemente, radicalizar el problema, trasladándolo del campo de la acción, al campo del ser. Duns Escoto había subrayado 12. P a ra el a n á lisis de la filo so fía de S a rtre n o s h e m o s servid o, sob re todo, d e su s dos o b ras fu n d a m e n ta le s : L’être et le néant, P a rís, 1943 y Critique de la raison dialectique, P a ris, 1960. T a m b ié n su fa m o s a co n feren cia , p u b lic a d a en fo lle to a p a rte, L’éxistencialisme est une humanisme, P a ris, 1959, es m u y im p o rta n te , sobre to d o p a ra con ocer su m ora l. S u s p u b lica cio n es d ra m á tic a s y n o velísticas a cla ra n su s id eas filosóficas, p e ro n o a ñ a d e n su sta n cia lm e n te n a d a n u evo. P o r este m o tiv o sólo en a lg u n a oca sió n n o s servim os de ellas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz