PS_NyG_1964v011n001p0051_0072

60 LA E S P IR IT U A L ID A D U N IT A R IA . Efesios (3, 17). Y continúa recordándoles que «sólo hay un Señor, una fe y un bautismo» (4, 5) y que es necesario alcanzar «la unidad en la fe» (4, 13) 12. Presupuesta la fe, se llega a la actuación de la unidad mística con Cristo por el sacramento del bautismo. Este es el medio fun­ damental para instaurar la relación mística con Cristo. El cap. 6 de la epístola a los Romanos expresa vivamente cómo por el bautismo se realiza la inserción del hombre en la muerte y resurrección de Cristo, lo cual significa en el bautizado muerte real al pecado y vida para Dios en Cristo Jesús. Con esta realidad sacramental, la primera en la aplicación del misterio salvador de Cristo a los hombres, vuelve a ligar San Pablo su pensamiento sobre la unidad. «Sólo un Señor, una fe, un bau­ tismo» (Ef. 4, 5). El bautismo es, pues, unión en la única muerte del único Señor. «Todos vosotros habéis sido bautizados en Cristo..., todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gal. 3, 27). «En un solo Espíritu todos nosotros fuimos bautizados... en razón de formar un solo cuerpo» (1 Cor.12, 13), escribe el Apóstol a los Corintios, dando claramente a entender que el bautismo, además de signo por su unicidad, es introducción en la unidad de Cristo. Antes les había increpado por sus rivalidades, incomprensibles en cristianos autén­ ticos: «¿Acaso Cristo está dividido? ¿Ha sido Pablo crucificado por vosotros o habéis sido bautizados en su nombre?» (1 Cor. 1, 13). Bautizados, por tanto, en Cristo, cualquier división será un intento de desgarrar el Cuerpo del Señor. La unidad en Cristo, que es cohesión permanente con El después de entrar en la órbita mística de su Cuerpo y de su Espíritu, tiene en otro sacramento el signo más eficaz y excelente de su verificación: la Eucaristía. Muy ricas en contenido son las palabras de Pablo a los inquietos corintios: «El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, somos muchos un solo cuerpo; pues todos participamos de un único pan» (1 Cor. 10, 17). El contacto sacramental con Cristo Eucaristía, refuerza y lleva a su grado máximo la unión de Cristo con los cristianos y de éstos entre sí. Por eso en ningún sitio están más fuera de tono las dife­ rencias, que en las reuniones para comer la cena del Señor. Así lo supone claramente San Pablo (1 Cor. 11, 20 ss.). 12. S e tr a ta aqu í de la fe en sen tid o o b jetivo, a la qu e P a b lo se refiere ta m ­ b ién cu a n ta s veces h a b la de la d o ctrin a sa n ta , la verd ad , etc. C f. P . I. B r a t s io t is , Paulus und die Einheit der Kirche, en Studia Paulina, H a a rle m 1953, p p . 30 ss.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz