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M IG U E L DE PESQUERA 315 no molestar, por no faltar a la caridad (¿lo tendremos por no faltar a la justicia?). Las conferencias de la X X I I Semana Social se tuvieron por la no­ che; todas en Oviedo, excepto dos — ima en Avilés, y la otra — tras visitar la Laboral— en Gijón. La primera conferencia versó sobre «LA EDUCACION Y EL DESA­ RROLLO DEL SENTIDO SOCIAL Y CIVICO EN ESPAÑA», y fue pro­ nunciada por D. ALFREDO LOPEZ MARTINEZ. «Educar el sentido social y civico de los hombres es sembrar, desarrollar y perfeccionar en sus facultades intelectuales y morales ese sentido, dándole el ci­ miento y la fuerza vital de crecimiento de las ideas cristianas sobre lo social y lo cívico». En relación con los bienes materiales se insistió en esta lección sobre el aspecto social de los mismos; los bienes materiales se deben a su legítimo poseedor, pero también a todo el género humano. Y ci­ tando la conocida frase de San Agustín, «poseer lo supèrfluo es po­ seer el bien ajeno». D. Alfredo López habló sobre la urgencia de or­ ganizar en España una campaña de sobriedad. Esta conferencia terminó recomendando el cultivo del espíritu cívico en todas sus manifestaciones. «LOS VALORES EDUCATIVOS DE LA CULTURA POPULAR», por D. JACINTO MARTIN MESTRE. El ponente parte de esta definición de cultura popular : «cultivo o cualificación que ha de darse al pueblo, para que pueda trazarse su proyecto vital (en el plano personal, profe­ sional y social) y realizarlo con éxito». Tras analizar los diversos elementos de esa definición señala tres actitudes del pueblo que re­ flejan de rechazo los factores educativos que no posee: anticlerica­ lismo (falta de factores educativos religiosos); inhibición cívica (fa l­ ta de factores educativos religiosos); rebeldía obrera (falta de fac­ tores educativos). Para suprimir estos tres puntos negativos es nece­ sario insistir sobre lo imprescindible de cultivar otros tres aspectos de cultura popular: religión, municipio y sindicato. Finamlente se hace resaltar la importancia de la propaganda co­ mo medio de educación popular. D. Jacinto Marín Mestre, trabajador — perito electricista— fue muy aplaudido en su conferencia. Y se ganó bien aquellos aplausos. Porque puso vida en sus palabras, y porque estas fueron el testimonio de una vida, la vida de un hombre entregado, tras su conversión a Dios, al servicio del obrero y trabajador. Sobre «EL PRINCIPIO DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN ESPAÑA», habló D. ANGEL TORRES CALVO. Tras analizar el con­ cepto de igualdad de oportunidades como política y principio ordena­ dor de las estructuras sociales educativas, el conferenciante se exten

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