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M IG U E L DE PESQUERA 3 1 3 máximo partido de las asignaturas tradicionales explotando el posible, casi siempre real, contenido social de las mismas. «Las enseñanzas tra­ dicionales son susceptibles de ser presentadas con un peculiar relieve social, sobre todo en la motivación de la enseñanza y en las aplica­ ciones prácticas de las mismas». Desde otra perspectiva la educación social debe manifestarse según estos dos grandes puntos: además — también éste— de los lazos ha­ bituales docente-discente de maestro y escolar, aquella educación debe cuidar especialmente los trabajos en equipo y las actividades autó­ nomas de los estudiantes (diarios, clubs, asociaciones); estas activi­ dades no son accidentales sino fundamentales en una consciente edu­ cación social. La lección de D. Victor García Hoz, fue maravillosa en el fondo y en la forma; para mí, lo mejor de toda la Semana Social. «LA PROMOCION DE LA JUVENTUD DESDE EL PUNTO DE VISTA EDUCATIVO» por D. TORCUATO FERNANDEZ-MIRANDA HEVIA. En esta lección se comienza distinguiendo entre promoción social y pro­ greso social. El progreso social dice relación a la sociedad — la perfec­ ciona elevándola— . La promoción social se refiere al individuo, eleva la persona a una situación superior a la que poseía; a esta promoción todos los hombres tienen derecho. El hombre, en cualquier momento de su vida, puede adquirir esa elevación que da la promoción social. No obstante es la juventud el momento más apto para adquirirla por las oportunidades que en ese momento se ofrecen al hombre y por su misma permeabilidad psico­ lógica. Otro punto: de ordinario es la cultura el medio integrador de la persona en el bien común nacional. A esa cultura se llega por el estudio. Por tanto el estudio debe estar al alcance de todos los hom­ bres; todos deben tener igualdad de oportunidades a este respecto. La SRTA. MARIA DE LOS ANGELES GALINO, habló sobre «LA FORMACION DE LA MUJER PARA INTERVENIR EN LOS PROBLE­ MAS RELACIONADOS CON LA EDUCACION EN LA SOCIEDAD ACTUAL». «La educación de la mujer — así la Srta. Galino— debe responder a las mismas necesidades esenciales que la del hombre». Ello no quiere decir que accidentalmente no se deba diferenciar. La peculiar psico­ logía femenina, y su misma fisiología, deben tenerse en cuenta a la hora de hacer positivamente «educación de la mujer». Es cierto que el papel asignado a la mujer dentro de la sociedad está siendo criticado y revisado de forma implacable hoy. Como se dijo en la lección: excepción hecha de las funciones maternales por un lado, y por otra de la exclusión de trabajos excesivamente duros desa­ 7

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