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XXII SEMANA 50CIAL DE ESPAÑA En Oviedo, y con la intención de pensar y dialogar sobre el tema «LA EDUCACION SOCIAL Y CIVICA EN UNA SOCIEDAD DE MASAS», se celebró la X X I I SEMANA SOCIAL DE ESPAÑA, del 9 al 15 de septiembre. Se pretendía en dicha Semana «presentar la realidad de un hecho, sus características y los peligros de una «masa» que exige, tal vez sin reflexión expresa, la presencia y la actuación de los selectos, para irla transformando en un pueblo consciente y responsable» (F. del Valle). Para participar en esas jornadas se reunieron en la capital de Asturias unos cuatrocientos especialistas en sociología o aficionados a esos te­ mas — todos españoles, excepto una mínima representación extran­ jera— . En la sesión de apertura estuvieron presentes el Nuncio de Su Santidad en Madrid, ambos Arzobispos — titular y coadjutor— de Oviedo, obispo auxiliar de Valencia, más otras diversas autoridades eclesiásticas y civiles. En esa primera sesión se leyó una Carta de la Secretaría de Estado del Vaticano, y pronunció un discurso el Arzo­ bispo-Coadjutor de Oviedo. En la Carta de la Secretaría de Estado del Vaticano se analizaban, con agudeza especial, diversas caracterís­ ticas de una sociedad de masas y se insistía en la necesidad de buscar normas concretas con las que educar a esas masas. Por su parte el Arzobispo-Coadjutor de Oviedo insistió en el concepto de masas, en los valores sociales del cristianismo y en la dignidad del hombre, puntos claves de partida a la hora de intentar una «educación social y cívica en una sociedad de masas». Los trabajos de la SEMANA SOCIAL se encuadraron dentro de estos tres puntos: conferencias, lecciones, seminarios y coloquios. Sólo nos interesa comentar aquí las dos primeras. I. LECCIONES Durante toda la semana las mañanas estuvieron dedicadas a lo que se llamó «lecciones»; dos por cada día. Un ponente desarrollaba, con mejor o peor suerte, alguna vertiente particular del tema general. La cuestión a estudiar, por lo demás, se prestaba maravillosamente a esa múltiple visión. Porque prácticamente es imposible aprisionar, en