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RIC ARDO BARACALDÓ 1 1 3 en cuanto que generosamente entrega su ser al Señor para el ofi­ cio de madre del Mesías, despreocupándose de su yo y de sus cosas. — La expresión: He aquí la sierva del Señor: Hágase en mí se­ gún tu palabra, además de un profundo laconismo ( substancialidad) que incluye densidad de sentim iento, implica condescendencia, com ­ placencia, sum isión, obediencia, docilidad a la voluntad de Dios, jun tam en te con el caudal de abnegación y sacrificio, y el impulso volitivo con que asume la responsabilidad de su aficio maternal (robustez psíquica). — ' En la aceptación aparece también la serenidad de espíritu (serenidad mental) con que acoge y respeta la voluntad divina (. antiviolencia ), incluso idealizando su condescendencia ( idealización de la condescendencia), sin sobreestimar su propio modo de ver las cosas (exención del sobreestimación del propio modo de pensar), sin apegarse a las propias ideas (exención de apego pasional a las propias ideas), sin confusiones de n inguna clase (exención de con­ fusión), al contrario, obrando con lealtad, sinceridad y ánimo abier­ to ( tendencia a obrar aldescubierto), con hum ildad y modestia (tendencia a la concretez, al detalle), sin pretensiones de n ingu ­ n a clase. V isitación (Le. 1, 39). El hecho de la Visitación de M aría a su prima Isabel es un hervor de entusiasmo. La alegría se desborda y se comunica. La am istad adquiere quilates de intim idad y efusión. Las ideas y sentim ientos de María van a vibrar con tonalidades de entrañable cariño. Se po­ nen en juego sus dinam ismos psíquicos más delicados. El ángel comun !có a María que su prima tiene reprimidas en su corazón desde hace seis meses las alegrías maternales. María piensa que es un deber ir a recibir las confidencias de Dios y a ponerse al servicio de su prima. Decide su viaje con presteza. Es un viaje arduo de más de cien kilómetros. La actividad e impetuosidad de su espíritu se pone en juego. Los bríos de su juventud ponen en movim iento su iniciativa innovadora, su espíritu emprendedor con ánimo leal y sincero ( ten­ dencia a obrar al descubierto). Pretende m an ifestarle su simpatía ( impetuosidad ), expansionarse con ella y alegrarse por la buena nue­ va ( generosidad ), y comunicarle, con su sensibilidad psicológica ( comprensión ), el secreto de Dios en orden a un comportam iento adecuado con su esposo José, y al m ismo tiempo prodigarle sus atenciones y cuidados (condescendencia y abnegación). Sostienen vivos y eficaces estos impulsos el ánimo resuelto (resolución) que 8