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R IC ARDO BARACALDO 137 fan tasía y de las que se refieren a las intenciones insidiosas de los demás. Y a hemos constatado la excelente formación en María de las ideas referentes al conocim iento de las cosas reales, las ideas ela­ boradas por la fan tasía y las ideas que dicen relación con las per­ sonas en su modo de pensar y de reaccionar. Estos elementos deben ser integrados por la afluencia de ideas sobre los mismos temas, pues si la mente no recordara nada, no podría iniciar el juicio sobre las m ismas. Esta afluencia de ideas se produce en Maria con velocidad ( im­ petuosidad ), sin apresuramientos ( rapidez media), casi sin in terfe­ rencias de cólera y con un extraordinario discernimiento, es decir, con el debido enfoque de la cuestión y con exclusión de todo lo que no diga relación con el tema propuesto. 2 ) Finalidad de lo u til-d e le ita b le . El a lm a se detiene a exam inar el valor, objetividad y capacidad de descarga liberadora que tienen los impulsos defensivos, ávidos de goce y los pasionales. — ' Los impulsos defensivos en María adquieren notas relevantes (hipersensibilidad, impetuosidad, reacción, rapidez). —* Los impulsos al goce, aunque son elevados, están muy orde­ nados y disciplinados. —■ Los impulsos pasionales coléricos son de mediana intensidad. Lo m ismo los depresivos. En ambos casos existe un perfecto dominio. En este campo de lo útil-delectable hay cierto predominio de los impulsos defensivos sobre los demás. 3) F inalidad etica . La finalidad ética, que surge de los elementos intelectuales y sen tim en tales, está producida por los sentim ientos altruistas, por la sensibilidad a la voz de la conciencia y por la sensibilidad reli­ giosa. En M aría estas sensibilidades adquieren características ex tra ­ ordinarias. La finalidad ética en María es, por lo mismo, óptima desde todos los puntos de vista. 4) COORDENACION OPERATIVA. La deliberación llega ya a su ú ltima función. Se compone de los siguientes elem en tos: