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RIC AR DO BARACALDO 135 f) En la religiosidad m ística, por la plena posesión de las dotes que constituyen este sentim iento, reforzada por la ternura m ística. g) En el amor fam iliar, que en este caso es singularísimo, pues la unen a su esposo delicadísimos lazos ( delicadeza ) de amor y ter nura mística', y la unen a su H ijo vínculos del m ás encendido amor espiritual ( frialdad) y místico (ternura). h ) En el amor diligente al prójimo, ya que posee la gam a de virtudes de comprensión, condescendencia, generosidad, abnegación, efusión ( impetuosidad ), arrebato, ternura y modestia ( espíritu de tallista). i) En el amor a la obediencia, en cuanto está exenta de orgullo y enriquecida de religiosidad, ternura, modestia, respeto por la vo luntad a jena ( antiviolencia ) y condescendencia. j) En la laboriosidad, en cuanto está dotada de iniciativa inno vadora, actividad ( impetuosidad ) y modestia ( espíritu detallista). k) En la admiración de lo creado y de las criaturas todas, pues para ella sigue siendo el cielo lo que para el poeta David, un arpa que can ta la gloria de Dios (Salm o 18, 1). En ella con fluyen de modo maravilloso la sensibilidad religiosa, m ística y la sensibilidad a la voz de la conciencia, unidas a una exquisita originalidad ; cua lidades que le perm iten percibir las armonías todas de la creación en fo rm a exquisita. La delectación estética y artística se concentra en la admiración de las maravillas de Dios ( substanciatídad, ternura, originalidad). La delectación en las obras ordinarias la vimos ya en la laborio sidad, y la delectación en las obras extraordinarias se delata de la presencia de la iniciativa innovadora, sostenida por la actividad ( impetuosidad) que, armonizadas, producen espíritu emprendedor, fuerza promotora y anticipadora de innovaciones e invenciones. La vida de María se rige por el deleite en obras extraordinarias y a fán en el propio perfeccionam iento espiritual. Por eso busca con ansia este perfeccionam iento y realiza lo que nadie antes de ella había realizado. —* Gustos. El alm a de M aría se orienta en la dirección de la luz, del bien y de la bondad, en la dirección de Dios. El con junto de sus tendencias operativas la lleva al campo científico ( visión panorá mica), por eso investiga el por qué o esencia de las cosas, el con cepto integral de su matern idad, el modo de proceder Dios en la historia de la humanidad en el Magn iñcat, el por qué de la separa ción de Jesús a la edad de doce años, y medita y reflexiona asidua mente en los m isterios de Jesús. Esta visión extraordinaria le lleva
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