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1 2 0 VID A P S IC O L O G IC A DE M A R IA mo leal y sincero ( tendencia a obrar al descubierto ), su jovialidad y adaptabilidad a las circunstancias reales de la vida ( generosidad, condescendencia). En el banquete advierte con su agudeza de observación ( detalle) la fa lta del vino, e inm ediatamente experimenta sensiblemente el bochorno que puede afectar ( delicadeza, hipersensibilidad) a los esposos. Se le ocurre una ideal original ( originalidad ), la del milagro. Y con ánimo resuelto (resolución), seguro y esforzado (impetuosi­ dad), pero al m ismo tiempo, con rasgo delicado y tierno, deja tras­ lucir su solicitud y esperanza del milagro. La aparente negativa la obliga a otros recursos, sin modificar la idea fundam en tal (tena­ cidad ideológica). La ductilidad mental ( condescendencia) la lleva a la habilidad para el logro de sus intentos. Con tono modesto y a la vez firme (espíritu detallista, imperio) dice a los sirvientes: «Haced lo que El os diga» (Jn. 2, 5). Este tono imperioso para con los sirvientes es imperioso también para con el H ijo, dinám ico (im­ petuosidad), conceptuoso (profundidad, espíritu de concretez, subs- tancialidad), pues no se detiene en largos razonam ientos sino que va a lo esencial, tan to en el deseo del m ilagro como en el mandato a los sirvientes. Este mandato está cargado de finezas psicológicas, pues contiene comprensión afectiva, generosidad, ternura, delicadeza, resolución. Nótese, finalmente, la finura y audacia, al comprometer — con la orden dada a la servidumbre—v el propio honor, ante personas de nivel social modesto, al impulsar a Jesús a que realice el milagro. Es un comportam iento admirable y exquisito que con firma la pre­ sencia en María, en grado altísimo, de originalidad, intrepidez rea­ lista, impetuosidad, visión de las circunstancias y de las conse­ cuencias. L a vida oculta de M aría . Hay un contraste en la vida de Jeús y de María. Lo que consti­ tuye la vida oculta de Jesús es vida pública de María. La vida pú­ blica de Jesús es vida oculta de María. Sólo dos hechos notables, Caná y el Calvario, encuadran en la vida pública de Jesús. Lo demás de la vida de María transcurre en el silencio. De esta vida pública de Jesús no hallamos datos psicológicos para estudiar el alm a de María. Su vida es una auténtica vida interior ( profundidad ), que ciertamente se desarrolla en una contemplación de les misterios de Jesús. «Su madre conservaba todo esto en su corazón» (Le. 2, 51). De la confianza con que pide el milagro en Caná deducimos que