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118 VID A P S IC O L O G IC A DE M A R IA [pecadores empedernidos. Los recrimina como Dios, porque capta finam en te la malicia de la soberbia, de la avaricia y de la pre­ potencia. Los sentimientos defensivos de María. Del M agn ífica t se deduce que su ser sensible a la acción de Dios ( delicadeza ) es hipersensible al pecado. El pecado en cuanto incrustado en el hombre, es detes­ tado, aborrecido, odiado. La reacción a los soberbios, prepotentes y ricos asume tonalidades de distinto orden, el de la rectitud moral, de la hum ildad ( sensibilidad para el detalle), de la comprensión, del discernimiento, de la siúbstancialidad, profundidad, visión pa­ norámica. Los sentimientos efusivos. En el M agn ífica t aparecen los afectos de María. Hay preferencia de personas para su corazón. Por la ín ­ tim a unión con Dios ama a los que Dios am a : los pobres, los piado­ sos, los hum ildes ( impetuosidad, condescendencia, comprensión, ge­ nerosidad). Los sentimientos religiosos. La actitud hacia el prójimo es a l­ truista y de gran amor ( comprensión, generosidad, abnegación, con­ descendencia, detalle). Los impulsos egoísticos no tienen asomo, pues se caracteriza por la modestia y exención de amor propio ( detalle y exención de rigor). Las pasiones impetuosas tienen su relieve en la fuerte reacción contra los pecadores (reacción). La sensibilidad religiosa se m an ifiesta en grado máximo, realizada por la ternura m ística, que se patentiza en las maneras de llam ar y de sentir a Dios como su Salvador, el Santo, el Misericordioso, el Poderoso, Fiel a las promesas y cuya sola evocación produce en su espíritu alborozo y alegría. La sensibilidad a la voz de la conciencia se m an ifiesta en la m áxim a rectitud en unirse a la justicia de Dios para rechazar a los pecadores. La psique de María goza contemplando la realidad con una am ­ plitud de visión extraordinaria, goce del todo espiritualizado (rec­ titud, autodisciplina). Hay brotes de alegría sobrenatural por las gran ­ des obras que Dios realiza en su a lm a ; por las obras en favor de los hum ildes, y de su pueblo. Hay también impulsos coléricos (hiper- sensibilidad) por el abuso que los hombres hacen de los dones de Dios (impetuosidad, fogosidad agresiva, reacción, rapidez). Los goces del corazón se transparentan en los transportes de alegría en Dios (ternura m ística, hipersensibilidad, originalidad). Los goces en las obras de Dios para con su pueblo, para con los hum ildes, para con ella m ism a implican la con fluencia de iniciativa innovadora, impe­ tuosidad y rapidez. La prevalencia de sus gustos se orienta al campo religioso, m ístico y ' social. La actividad que se patentiza en el M agn ífica t se revela como

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