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82 E N TO RN O A LO M IS T IC O En el cuerpo moral destacapor el contrario la independencia e individualidad de laspartes, qus ún icamente están ligadas por algo extrínseco, como es el fin común En cambio el cuerpo m ístico supera a ambos, porque goza de la individualidad y personalidad de sus m iembros, lo que no sucede en el cuerpo físico, y posee un principio intrínseco que no tiene el cuerpo m oral. Lo m ístico sin anular lo personal, adm ite un principio director interno 3. El cuerpo m ístico, por estar cuasi-in form ado por este principio de unidad intrínseco, conviene con el cuerpo físico, y por dejar en plena libertad a los m iembros coincide con el cuerpo moral o acci dental. Por eso algunos autores han dicho, creo que acertadamente, que en esta encíclica lo m ístico equivale a físico-acciden ta l \ Este principio interno no es otro, dice el Papa expresamente, que el Espíritu Santo 5. Aquí radica, según el Pontífice, la excelencia de lo m ístico y por esta razón supera todo vínculo físico o moral 6. La encíclica cuando dice que Cristo es el sustentador dsl cuerpo de la Iglesia, afirm a que esta sustentación la realiza no sólo por la m isión jurídica, sino que por un «don más elevado, interior y verda deramente sub lim e... Cristo nuestro Señor hace que la Iglesia viva de su m ism a vida, penetra todo el Cuerpo con su virtud divina, y alimenta y sustenta a cada uno de los miembros» 7. Este don, repite slco quolibet viventi corpore totius concretionis emolumento membra singula uni versa postremum unice destinantur...». AAS 33 (1943) 221-222. 2. «In hoc enim, quod morale vocant, nihil aliud est unitatis principium nisi finis communis, communisque omnium in eundem finem per socialem auctoritatem conspiratio». AAS 35 (1943) 222. 3. «Contra in mystico Corpore mutuae coniunctionis vis, etiamsi intima, mem bra ita inter se copulat, ut singula omnino fruantur persona propria». AAS 35 (1943) 221. «Dum in mystico, de quo agimus, Corpore conspiration! huic internum aliud adiungitur principium» (1. c., 222). 4. Asi el P. Tromp: «Unió Corporis Mystici... non est tantum moralis sed etiam physica, licet in ordine accidentali». Corpus Christi quod est Ecclesia, Romae 1946, 2 ed., pág. 24. Y S. Jáki escribe: «L'Encyclique, tout en évitant d’appliquer le mot «physique-accidentel» à l’entité de l’Eglise, propose sous le mot «mystique» la doctrine professée par la plus grande partie des théologiens». Les tendances nouvelles le Vecclesiologie, Roma 1957, pág. 211. Cf. también Blanch y Sauret, Comentarios a la doctrina del cuerpo mistico de Cristo según la Mystici Corporis, Barcelona 1944, pàgs. 26-53. 5. «Hoc est, ut supra diximus, aliquid non naturalis, sed superni ordinis, immo in semet ipso infinitum omnino atque increatum : Divinus nempe Spiritus, qui, ut ait Angelicus, «unus et idem numero, totam Ecclesiam replet et unit». AAS 35 (1943> 222. 6. «Talis est excellentiae, ut ratione sui omnia unitatis vincula, quibus vel phy- sicum vel morale corpus copuletur, in immensum prorsus evincat». AAS 35 (1943) 222. 7. «Ea vero altiore donatione, interna ac sublimi prorsus... Christus Dominus
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