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10 IN F IE R N O , VERDAD «E T E R N A » tencia de la realidad in fernal, como encuadrada en el sistema general de verdades que Dios nos m an ifestó para nuestra salvación. Dios esti­ m a que al hombre le interesa saber la existencia del Infierno para conocer mejor, amar m ás a Dios y buscar en El la salvación. 2. El infierno en el Antiguo Testamento. Para entender las ideas del A . T. sobre el infierno (sheol) hay que tener en cuenta el progreso de la revelación a través de los siglos y, especialmente, el progreso realizado en el conocim iento del destino escatológico del Pueblo y del individuo 3. Para el Israelita de los primeros siglos el lugar único donde el hombre se encuentra con Dios es el Pueblo y las instituciones públi­ cas, como e l templo y la renovación de la A lianza en las solemnidades cultuales. Israel es el Pueblo de Yavé y Yavé es el Dios de Israel. Sólo conoce a Yavé, sólo en tra en comunicación viva con El el que perte­ nece al Pueblo. Por el contrario estar separado del Pueblo es estar se­ parado de Yavé, a lejado de la comunión de vida con El. La muerte tiene para el israelita un sen tido comunitario, en cuan ­ to que es la separación del Pueblo, como el nacer es entrar en la Fam i­ lia nacional. Pero también tiene un sentido religioso, ya que al sepa­ rarse del Pueblo se separa de Y a v é ; o al menos quedan en el enigma las relaciones que puedan tener los muertos con Yavé y con el Pueblo. Los muertos viven allí una vida sim ilar a la tierra, pero en sombra y entre polvo, como seres sem icorporales-sem iespirituales. Al «infierno, sheol» van todos los hombres. Y a antes de los tiempos del Destierro los israelitas se preguntaron sin duda por las relaciones que los hab i­ tan tes del sheol podrían tener con Yavé. Les ayudó a comprenderlas su m ism a m entalidad sem ita prim itiva, que piensa antes en la co­ mun idad con el individuo. La muerte no era la separación tota l del Pueblo. Los antiguos patriarcas seguían perteneciendo al Pueblo, vi­ viendo en su m emoria y en sus h ijo s. Sin duda esta idea les ayudaba a los israelitas para comprender que, aun en el sheol, seguían en rela­ ción con Yavé. An tes del Destierro los testimonios de la vida en u ltra - 3. Sobre el concepto del «sheol» en la Biblia, pueden verss : P. Van Imschoot, Théologie de l’Ancien Testament. Tom. II, L’homme, pp. 39-82. Paris-Tournai, 1956 (Bibliothèque le Théologie. Série III. Théologie Biblique, vol. V). Ed. Desclée et Cie, 1956. W. Eichrodt, Theologie des Alten Testaments, Göttingen-Stutteart, 1961, Vo­ lumen 2-3, pp. 143-156.C. Spicq, La Révélation de l’enfer dans la Sainte Ecriture, en la colec. «L’Enfer», pp. 91-143. LTHK., «Hölle», V, 445 ss. Kittel, THW z NT., «ades», I, 146-150. DTC., «enfer», V, 30-43. DBS., «enfer», II, 1063-1076. W. Bauer, Wörterbuch zum NT., «ades».

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