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A L E JA N D R O DE V IL L A L M O N T E 5 en las religiones del oriente medio y del mundo grecorromano, más próximo a nosotros. Una descripción de estas «creencias» no interesa hacerla en este m om en to \ Un icam ente interesa la referencia al sentido profundo de tales creencias y a la posible relación con nues tro concepto rigurosamente teológico del infierno. En form a breve y pregnante podríamos decir que el in fierno de las religiones paganas, en cualquiera de sus formas, es un «mito». Esta palabra describe su razón de ser y su distinción del infierno teoló gico que conocemos los cristianos. Para el hombre desm itologizado del siglo veinte, no es fácil com prender, desde dentro, esta en igmática y sugestiva form a de pensar y de decir que llam am os «m ito». El m ito no es fábu la, ni cuento de hadas, ni poesía, ni novela; no es filosofía o teología, aunoue esté en íntimo con tacto con cada uno de estos modos de pensar y de dec’ r. Podría describirse el m ito como una exposición concreta, des cripción sensible, narración dramática y autoritativa de hechos y acontecim ientos que tienen lugar fuera del mundo de nuestra expe riencia. Sin embargo, tales acontecim ientos se ofrecen como origina ria y esencialmente relacionados con el mundo, con el acontecer que se realiza en la naturaleza y en la historia. Especialmente está refe ridos a la vida hum ana como a realidad rad ica l; para explicar la esen cia propia, ín tim a y num inosa de la vida desde su principio originario y en su sentido ú ltimo 2. El m ito pretende decir la verdad defin itiva sobre la v id a : lo que fue antes, es ahora y será siempre. El m ito no es más que la expresión sensible y g rá fica de las relaciones y procesos aním icos, espirituales, realizada en los sueños, en narraciones poéticas, arte, filoso fía, reli gión. En el m ito son expresadas las experiencias más elementales de la psique hum ana en su tensión d inám ica : muerte-vida, a cá -m á s allá, pensam ien to -sen tim ien to, lu z-tin ieb la s; absolu to-fugaz. Por eso el m i to es siempre ambivalente, problemático, susceptible de ser interpre 1. Para un primer estudio sobre el «infierno» entre los páganos puedan orien tar, M. Carrouges, Images de l’enfer dans la littérature, en la colee, de estudios «L’Enfer», Paris, 1950, pp. 13-87. Para el mundo grecorromano en especi°l Ch. Moeller, Sagesse grecque et paradoxe chrétien, Ed. Casterman, 1950, pp. 275-218: Le problème de la mort. Les mythes de l’audeld dans Homère, Platon, Cicero et Virgile. Kittel, THW z NT., «adesv I, 146-1'0. Para los pueblos del próximo ori°nt°, S. Moscatt, Las antiguas cimlizaciones semíticas. Trad. de A. Peral. Barcelona, 1960. 2. Sobre el concepto de «mito» y sus variadas interpretaciones científicas ofrece un buen resumen expositivo y bibliográfico. Lexicón f. Tlieol. und Kirche. 19P2, «mvtbos». VII, 746-754. En relación más directa con la teología, H. Fríes, Mito y Revelación, en «Panorama de la Teología actuah, trad. de A. P. Sánchez Pascual, Madrid, 1961, pp. 19-39 ; con una suficiente selección bibliográfica,
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