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318 APUNTES DE FILOSOFIA BIBLICA religión griega. Y lo m ism o podíamos decir de la filosofía árabe, de la jud ía o de la filoso fía de la India. Pero en el caso del cristianismo el in flu jo presenta características mucho m ás acusadas. No se tra ta simplemente de esos principios laten tes, de esas concepciones ú ltimas que se dan por evidentes y de las que se parte para construir lo que se llam a la filosofía. Entre los griegos, por ejemplo, la religión está en la filosofía en fo rm a de elem en to subsconsciente. Las tendencias ingén itas, con frecuencia desapercibidas, que in fo rm an la m e ta física griega, los caracteres p e ­ sim istas y el dualismo que han determ inado la génesis de sus con ­ ceptos prim itivos, son de origen no racional n i objetivo, sino religioso y místico. En e l cristianismo hay algo m á s : hay un re tom o temático, o sea, una reflexión consciente de la m en te sobre los datos que nos sum i­ n istra la revelación. Y esto es n ad a menos que la filoso fía esco­ lástica. Desarrollar e sta afirm ación equivaldría rehacer las tesis fu n ­ damen tales de la filosofía escolástica, desde la idea de ser h a sta las concepciones éticas y estéticas, cosa que por lo demás y a e stá hecha. Esto no sign ifica que aquella fisolofía se encon trara en un estadio todavía inmaduro. Todo lo con trario: aquello es un signo inequívoco de su madurez, porque implica que la filoso fía h a reflexionado sobre sí m isma. Como h a escrito B londel, a medida que la filosofía adquiere desarrollo, se v a dando m ás cuenta de su incompletez, y exige también un coronam iento que de n ingún lado le puede venir como de la verdad revelada. Pero tenemos que hoy existe un con jun to de factores convergentes, que establece una aproximación de la filoso fía al pensam iento cris­ tiano, h asta el punto de que se h a podido hab lar de una «metafísica bíblica». Son expresivas esta s a firm aciones de T re sm on tan t: «La m eta física bíblica, como Israel en medio de las naciones, ocupa un lugar excepcional entre las dem ás m e ta física s: la de la India, la de G recia o la del Occidente no cristiano. Es una m e ta física aparte. Tiene su estructura propia, su punto de partida y sus tendencias personales. Podría decirse que posee una naturaleza esencialmente diferen te de la fe de las demás m etafísicas, las m eta físicas de las n a ­ ciones». Cabría decir que el pensam iento filosófico occidental, al llegar a la madurez de nuestro tiempo, se h a encon trado con unas insos­ pechadas coincidencias con el pen sam iento que subyace en los libros de la Biblia. A mi modo de ver, los temas en que esta aproximación aparece más evidente son el tema del hombre y el tema d^el tiempo. Sólo en el cristianismo, h a dicho Laín Entralgo, podrá existir un

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