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BUENAVENTURA DE CARROCERA 2 9 1 tica. Los aprobados se enviaban a los conventos de Valladolid y S a la ­ m anca , que constituyeron verdaderos centros m isionales; a ellos se destinaron en 1695 las «Constituciones vistas y aprobadas por la Rda. Defin ición que se hicieron para todos los misioneros». Un ejemplar autorizado de ellas era entregado a cada uno 23. Así se formaron en los dos expresados conventos varios equipos que misionaron en n u ­ merosos pueblos castellanos 21. Y no obstante desconocer al pormenor la formación especial dada a los que se dedicaban al ejercicio del apostolado de la palabra en el siglo x v ii , no dej a de llam ar nuestra atención el hecho de que en solos dos tercios de ese siglo la provincia de Castilla puede presentar m ás de una veintena de predicadores que obtuvieron el título de Pre­ dicador del rey, muchos de los cuales llamaron poderosamente la atención de la corte y de toda España 25. Y a se d ijo cómo el Capítulo general de 1733, recogiendo el sentir de las provincias de la Orden, había renovado la disposición de que se estudiase la Retórica, «que se estima necesaria para instruir a los nuevos predicadores», dando por buenos los dos métodos seguidos en su enseñanza. No sabem os cuál era el practicado en la provincia de Castilla. Es verdad que por esos años son muchas las lamentaciones de los Superiores en pun to de predicación y su interés en corregir los defectos que en el pulpito se cometían. Sin embargo no podemos por menos de hacer notar que en 1743 se imprim ía la lista oficial de cuantos en España gozaban la prerrogativa de Predicador de S. M. Justamente los Capuchinos van a la cabeza de las demás Ordenes con ocho — cinco de los cuales eran de la provincia de Castilla— , s i­ guiendo los Franciscanos con cinco, los Jesuítas con otros cinco, e t c .26. A l organizarse los estudios por decreto de los Superiores de la Orden en 1757, se prescribía a los Lectores de teología la enseñanza de la E locuencia con clases teóricas y prácticas, cada tres o cuatro días, durante el primer bienio de teología. A l comunicar a sus súbditos los Superiores de Castilla el mencionado decreto (22 febrero 1758), añadían lo sigu ien te : «Que el P. Maestro de estudiantes -debía leer 23. Viridario auténtico en que florecen siempre vivas las memorias de lo que pertenece al buen gobierno de esta provincia [de Castilla], Ms„ p. 49 (Archivo Prov. de Castilla, 1/00005). 24. Cí. mi obra La Provincia de Frailes Menores Capuchinos de Castilla, Ma­ drid, 1943, 330 ss. 25. M e l c h o r de P o b l a d u r a , O. F. M . Cap., Los Frailes Menores Capuchinos de Castilla, Madrid, 1946, 304-5, Predicadores de reyes. 26. Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 925. La lista viene a ser a modo de cartel, impreso en noviembre de 1743, donde constan los nombres de los 50 Predicadores de S. M.

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