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314 PREPARACION APOSTOLICA DE LOS JOVENES. El Colegio de M isioneros de La Habana tuvo su origen, aunque remoto, en la visita que el citado P. Muro hizo a la capital de Cuba en 1779. El obispo solicitaba poco después el establecim iento de un Colegio de m isioneros capuchinos 81, y la provincia de Castilla que­ daba encargada de enviar religiosos a Cuba para atender a las n ece ­ sidades de la isla así como a las de la Luisiana y Florida 82. El 11 de jun io de 1784 llegaba a La H abana una numerosa expedición de ca ­ puchinos castellanos, estableciéndose en el oratorio de San Felipe Neri 83. La finalidad de aquel Colegio la exponía asi Carlos ni: «Que en él h aya una observancia regular como en los conventos de más ob­ servancia de E spaña ; que todos los años se hagan misiones circula­ res por esta isla (Cuba), ...y que se provea de curas doctrineros a la Lu isiana y Florida, siempre que lo pida la necesidad y se atienda al m ism o tiempo a la conversión de los in fieles de aquellas dilatadas provincias» 8*. Después de varios proyectos de Reglam en to, el Consejo de Indias aprobó con algunas modificaciones el presentado por los Superiores de Castilla el 25 de agosto de 1793 y que se imprim ió este m ismo año 85. El articulado de sus ordenaciones tiene bastan te parecido con las de los otros Sem inarios, tan to por lo que se refiere a la observancia re­ gular como al continuo estudio y preparación especializada de los que de él formarían parte. Bastan tes de los religiosos de este Colegio fu e ­ ron destinados a la Lu isiana; el resto, la mayoría, se dedicó al apos­ de San Felipe Neri de Santa Fe de Bogotá (15 marzo 1779). Fueron aprobadas por real cédula del 22 de febrero de 1783 (Ibid., 68 ss.). Los religiosos estuvieron al principio en la casa-oratorio de San Felipe Neri, pero más tarde se construyeron para ellos iglesia y convento, dedicados a San José, que se terminaron en octubre de 1791. El arzobispo de Santa Fe (28 noviembre 1796), hizo un ligero cambio de las ordenaciones a fin de que los misioneros llevasen todo el rigor de la vida ca­ puchina y pudieran dar misiones en todas partes; tal proyecto fue aprobado por cédula real del 5 de marzo de 1800 (Ibid., 103 ss., y Arch. Frov. de los Capuchinos de Valencia, carpeta D, leg. 45, n. 625). 81. Carta del obispo de Santiago de Cuba, D. Santiago José de Echevarría (La Habana, 24 abril 1781) (Arch. Gen. de Indias, Santo Domingo, leg. 2.273). 82. Orden del rey de 22 de marzo de 1782, ibid. 83. Carta del capuchino P. Isidoro de Fermoselle,Superior de laexpedición de misioneros (La Habana, 23 abril 1785) (Ibid.). 84. Exposición del P. Fermoselle al rey (La Habana,2octubre 1790)Arch.Prov. de Capuchinos de Castilla, 18/00001/6, fol. 17v). 85. Lleva este titulo: Reglamentos y ordenaciones que el Rvdo. P. Provincial y Rvdos. PP. Definidores de esta Provincia de Capuchinos de Castilla han dispuesto para el Seminario de Misioneros de la Habana, aprobadas y corroboradas con am­ pliaciones, advertencias y temperamentos por el rey nuestro señor quien se dignó comunicarlas por medio de su Supremo Consejo de Indias, Madrid, 1793. Im­ preso, 42 pp.

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