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BUENAVENTURA DE CARROCERA 3 0 7 apostólicam ente con el estudio continuo de la Sda. Escritura, de los Santos Padres, H istoria eclesiástica, moral, etc., y luego por medio de composiciones, declamación de las m ismas, conferencias frecuen ­ tes sobre tem as prácticos y de interés? No es de extrañar que los frutos conseguidos con su predicación fuesen copiosos y extraordinarios. Como fue también notable y de­ cisiva la in fluencia que ellos tuvieron en la reforma del pulpito. Su palabra, avalorada con el ejem plo de su vida austera y pen itente y con otras virtudes adquiridas en e l retiro y oración, se revestía de una elocuencia que convencía, en tusiasmaba y arrastraba las multitudes. No es precisamente esta ocasión de demostrarlo y ponerlo de m an i­ fiesto pero sí de consignarlo al menos. Y term inam os adviertiendo que en dichos Sem inarios eran ad ­ m itidos sólo los que volun tariam ente lo solicitaban y reunían las con ­ diciones exigidas por las ordenaciones. Por tan to, al m ismo tiempo que eran conventos de formación para quienes en plena juventud eran allí recibidos, incluso siendo coristas o estudiantes, seguían sien ­ do centros de estudio y de mejor preparación para los antiguos, fo r - madores a su vez de los que detrás de ellos venían en prosecución de los los m ismos ideales. V I .— UN N U E V O COLEGIO DE MISIONEROS EN CASTILLA. M á s importan te, al m enos en su organización, que los Sem inarios de M isioneros de que nos hemos ocupado, fue sin duda alguna el Co­ legio planeado por el P. Marcos de Reinosa, siendo Superior de la pro­ vincia capuch ina de Castilla en 1785. B asta leer sus- estatu tos para persuadirse que este Colegio proyectado, llam ado asim ismo de M isio­ neros y que se establecería en uno de los conventos castellanos, está m aravillosamente concebido para los fines que se pretendían. Insistim os en recoger más y más notas y datos h istóricos que pue­ dan ser orientadores, en este empeño en que todos estamos y con el noble deseo de que la formación de los sacerdotes religiosos jóvenes sea m ás comp leta y aven tajada. Como se verá, este Colegio tenía una doble fin a lid ad : disponer la provincia de un número selecto de misioneros bien formados, prontos a ejercer su ministerio donde fuesen enviados, y al propio tiempo ser escuela, verdadero sem inario donde los jóvenes sacerdotes «se instru ­ yesen en e l verdadero método de proponer la palabra de Dios, se cria­ sen y form asen operarios que, esparcidos por los conventos, cultivasen

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