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BUENAVENTURA DE CARROCERA 299 todos los oyentes puedan entenderla» 48. Así, indirectamente, salía al paso de la predicación en igmática, de fábulas y m itologías que aun no hab ía caído en desuso. En esas m ism as ordenaciones se exhortaba a los m isioneros con ­ tinuasen «m inisterio tan san to y tan propio de los Capuchinos», y a los Prelados que promoviesen «cuanto les fuere posible este apostó­ lico m inisterio», ordenando no los ocupasen «desde Todos los Santos h a sta la Resurrección en otros sermones, si no es que sea en alguna Sem ana San ta , a la que no es razón se nieguen los m isioneros». Y añad ía : «Exhortamos a los m isioneros que, cuando se hallen en el convento, se apliquen con todo cuidado al estudio de la teología moral, porque se revuelven mucho las piscinas de las conciencias en las m i­ siones, y es menester mucha ciencia y gran tino m en ta l para lim ­ piarlas, sosegarlas y dar reglas para evitar en adelante los deslices» 49. En esas palabras y en todo el contenido de las mencionadas orde­ naciones nos parece ver el ambiente propicio y una preparación para el establecim iento de un Colegio de M isioneros, cuyo plan describi­ remos segu idamente y del que fue autor el citado P. Tortuera. Su finalidad era no sólo predicar m isiones sino tam bién preparar su jetos aptos para el m inisterio de anunciar con dignidad la divina pa labra ; un verdadero curso de pastoral que perduraba varios años. En el Capítulo general de la Orden Capuchina, celebrado en Roma el 8 de m ayo de 1761, fue elegido Superior de la m isma el español P. Pablo de Colindres, perteneciente a la provincia de Castilla. A ese Capítulo asistió el y a expresado P. Tortuera. No sabemos de quién h aya partido la iniciativa de establecer un Sem inario o Colegio de m isioneros en C a stilla : si del P. Colindres o del P. Tortuera. Lo cierto es que éste regresó a Madrid el 12 de agosto de 1761 50. Pasados unos meses, dedicados sin duda a preparar el plan, a mediados de diciembre «se jun taron la R. Defin ición y los PP. de Provincia para tratar lo correspondiente al establecim iento del Colegio de Misioneros en esta provincia» 51. En enero de 1762 el P. Tortuera escribía al P. Colindres: «Habiendo resuelto poner en ejecución lo que V . Rma. me ordenó acerca de la fundación de un Sem inario de Misioneros en esta su provincia de Castilla, jun té a los RR. PP. de Provincia y a los RR . PP. Defin idores, y habiéndoles leído el memorial que para este intento presenté a V. Rma. en Roma y jun tam en te lo que V. Rm a. 48. Apuntamientos y ordenaciones hechas y mandadas publicar, etc (10 noviem­ bre 1759) (Arch. Prov., 6/000019). 49. Ibid. 50. Viridario auténtico, ms. c„ p. 376. 51. Ibid., p. 379.