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SANTOS DE CARREA 267 Una actitud sem ejan te es la que encon tram os en el breve y su s tancioso comentario de A. R ichardson al cuarto evangelio. Es una es pecie de paso intermedio entre la antigua postura liberal y la tenden cia más moderna. Dice tex tua lm en te: «Nuestro punto de v ista es que el cuarto evangelio nos da una profunda y original meditación sobre la tradición relativa a Cristo, contenida en los sinópticos. Se le debe con siderar como un comentario teológico teniendo por base la tradición sinóptica. El valor del libro no reside en el hecho de darnos nueva in fo rm a ción ... El reconocim iento de la a lta originalidad del evangelio no se basa ni debe ser confundido con el supuesto de que esté en po sesión de una tradición independiente sobre la vida y la enseñanza del S eñ o r... el valor del evangelio está en que nos da de m anera decisiva y aprem iante el verdadero sentido de la tradición común evangélica» 1S. B a jo muchos aspectos, la obra de C. H. Dodd representa un cambio de actitud en los estudios joán icos dentro del campo protestante. Su libro m á s destacado es La interpretación del cuarto evangelio, publicado en Londres por primera vez en 1953. El trabajo de Dodd supone un gran esfuerzo por comprender el cuarto evangelio en sus múltiples facetas. Las posiciones del autor son en extremo ponde radas y, en muchos puntos, se acercan a la actitud católica moderna. Por lo que respecta a la relación de Juan con los sinópticos, como posibles fuen tes de su evangelio, Dodd cree superado el viejo supuesto de la escuela liberal, que reconocía como única fuen te h istórica para el cuarto evangelio los sinópticos, transformados por el autor según intenciones teológicas propias. Esa dependencia y transformación traían el descrédito sobre el evangelio de Juan como documento histórico. «Juan debe ser considerado — dice Dodd— como transm i tiendo independientemente una form a especial de la tradición oral común, y n o como dependiente de los evangelios sinópticos» 20. Con todo, la determ inación del origen del diverso material conten ido en el evangelio no siempre es fácil. «El evangelista nos da un suministro de tradición oral tal como hab ía llegado hasta él, conteniendo a las veces m a teria l que enlaza con Marcos o con los otros evangelios por diferentes canales, otras veces material de sim ilar carácter, que podemos suponer pertenecía al m ismo depósito, y otras veces m a terial de un carácter tan diferente que resulta difícil establecer una comparación» 21. En cuanto a los relatos de la Pasión, Dodd cree que 19 . A l a n R ic h a r d s o n , The Gospel according to Saint John, L o n d re s 1960 , p p . 25 - 26 . 20 . C . H . D odd ., Some Johannine « Herrenwortey> with parallels in the Synoptic Gospels : NewTestStud 2 ( 1955 - 1956 ) p. 86. 21 . Idem , The Interpretation of the Fourth Gospel, C a m b rid g e 1955 , p. 450 .
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