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SANTOS DE CARREA 281 F inalm ente, un cuarto pun to : en su expresión literaria, el cuarto evangelio tiene en cuen ta y es deudor al mundo helen ista de la época. Hoy se da m enos valor que en tiempos pasados a este elemento, pero no se puede pasar por alto. Una cierta relación con la literatura hermética parece innegable. Los dos autores que más han hecho re­ sa lta r las afinidades joán icas con la literatura religiosa helenista, especialmente el Hermetismo, son el ya muchas veces citado C. H. Dodd y el P. F .-M . Braun. «¿Se puede decir — pregunta este último— que la antigua crítica h a m archado por un cam ino totalm en te falso al poner en relación el cuarto evangelio con el mundo religioso helen ista? No lo pienso yo así. Descuidar los pun tos de contacto entre Juan y Filón sería ir más lejos de lo que conviene. Sean cuales fueren las diferencias fundam en tales que impiden asim ilar el logos joán ico al logos filon iano y por él al estoico (a lm a del mundo), Juan y Filón se encuentran en más de un campo. Esto no obstante, el m ejor tér­ mino de comparación que nos puede ofrecer el helen ismo lo en con ­ tram os en otro sitio. Nos viene de los tratados consagrados a las revelaciones d e Hermes Trimegisto, cuyo con jun to constituye el Corpus de los escritos herméticos 62... Entre los discursos de Hermes y el cuarto evangelio los contactos literarios son demasiado precisos para tenerlos por algo totalm en te fo rtu ito ... Según la fórmu la feliz del P. Festugiére, el hermetismo constituye una especie de koiné espiritual, que se hallaba extendida an tes de la era cristiana, por todo el mundo helen ista. Es, pues, muy posible que Juan haya sufrido su influencia» Y aunque reconoce que el fondo del evangelio es p a le s- tinense, no deja de añad ir: «que el autor del evangelio de Juan se h a podido enriquecer con el pensam iento, vocabulario, estilo y forma de pensar de la filosofía y misticismo alejandrinas» 6*. La cuestión del trasfondo ideológico y literario no puede ser resuelta plenam en te hasta que no conozcamos con exactitud los d i­ versos ambientes espirituales y literarios de la época. La importancia de este problema es grande. Pues no es lo m ismo interpretar el cuarto evangelio suponiendo que su trasfondo ideológico es el A. T. que supon iendo como tal el hermetismo, el gnosticismo o el mandeísmo. Los resultados serán tota lm en te diferentes en uno u otro caso. 62. Hay una excelente edición, con traducción francesa : A . D. N o c k -A . J. F e s - t u g ie r e , Hermès Trismégiste, Paris 1945-1954. 63. L’arrière-fcmd du quatrième évangile, en L’évangile de Jean..., p. 190 ss. 64. Id., p. 195.

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