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278 PROBLEMAS ACTUALES EN TORNO. rencia existente se debe a un grado ulterior de evolución y a un ambiente y form as de pensar distintos, no a un conten ido originaria­ m ente diverso. El segundo punto lo podríamos formu lar a s í: el pensam iento y e s ­ tructura literaria del cuarto evangelio deben mucho al mundo judío viejotestam en tario. Este aspecto del evangelio lo han recalcado m o ­ dernamente Barret, el P. Boismard, Dupont y otros M. Como ejem plo típico de lo mucho que puede aportar el An tiguo Testam en to a la inteligencia de san Juan, podemos citar el libro de J. Dupont, Ensayos sobre la cristología de san Juan. El autor explica los principales términos e ideas cristológicos del cuarto evangelio tom ando como fuen tes de inspiración los conceptos y fórmu las viejotestam en tarias. El resultado de un tal estudio es, en su con jun to, tota lm en te acep­ table. El P. Boismard, tan to en su libro sobre el prólogo como en su segunda obra, Del bautismo a Caná, insiste en poner de relieve las influencias constantes que los tem as del A. T., especialmente los del Exodo, ejercen en la composición de san Juan. Es a partir de esta dirección cómo la mayor parte de los autores modernos explican el origen y el contenido del famoso Logos del cuarto evangelio. Durante mucho tiempo fue moda literaria explicar el Logos, tom ando como punto de partida la filosofía griega, especialmente la concepción del filósofo judío Filón. Hoy parece m ás sensato y objetivo explicarlo a la luz de las ideas del A. T., especialmente del concepto de palabra crea­ dora, ta l como la encon tram os en el primer capítulo del Génesis y en el Salmo 33, 6, y de las especulaciones tardías sobre la Sabiduría (Proverbios, Eclesiástico y Sabiduría) “ . Con razón puede concluir Barret su estudio sobre el cuarto evangelio y el A. T .: «Así, pues, el A . T ., de tal m anera conocido y en tend ido que Juan lo podía usar no parcialmen te sino totalm en te, debe ser considerado como un ele­ m ento esencial en el trasfondo del evangelio» Esto supuesto, no es de extrañar que modernam ente se busque emparentar al cuarto evangelio con los diversos movim ientos judíos religiosos de Palestina. Ta l es el tercer punto que caracteriza la inves­ tigación moderna en torno a las corrientes espirituales que in fluye­ ron en la composición del evangelio de san Juan. Dodd y otros han insistido, con razón, en la dependencia del cuarto evangelio con respecto al judaismo rabínico. En el cuarto evangelio se encontrarían 54 . J. D u p o n t , Essais sur la Christologie de Saint Jean, B r u ja s 1951 ; M .-E . B o is m a r d , Le prologue de Saint Jean, P a ris 1953 ; Du baptême à Cana, P a ris 1956 . 55 . C fr. K l e in k n e c h t - P r o c k s c h , Legô, logos: TheolWörtbzNT, IV ( 1942 ) pp . 69 - 140 . 56 . Op. cit., p . 25 .

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