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SANTOS DE CARREA 2/3 V incent, A lbrigh t cree que ta l enlosado no es otro que el iithostrotos al que alude san Juan 36. Las excavaciones arqueológicas han confirmado también la exac­ titud de Jn. 5, 2, a propósito de la piscinr de Bezata, que tenia cinco pórticos. Los trabajos de los PP. B lancos y de la Escuela Bíblica de los PP. Dom inicos, han descubierto gran parte de la antigua piscina y en ella podemos contemplar sus cinco pórticos 3:. Otro pun to importante es la puesta en claro del carácter p a le s- tinense del cuarto evangelio. Numerosos estudios han hecho ver cómo el evangelista está al corriente de las costumbres jud ías de la época, de las disputas rabínicas, de las aspiraciones religiosas del pueblo. Por otro lado, los trabajos de Burney, Torrey, Boismard y B lack han inten tado demostrar el origen aramaico de todo o de parte del evan ­ gelio de san Juan 3S. La mayor parte de los estudiosos, aunque no están con formes con dicha tesis, reconocen hoy el carácter pro funda ­ mente sem itizante del evangelio. A todo esto podemos añadir que un m ejor conocim iento de la n a ­ turaleza literaria y de la teología de los sinópticos ha hecho disminuir considerablemente la d iferencia entre ambos grupos 3S. A pesar de las aparentes y llam ativas diferencias, se h a podido mostrar que en ¡muchos pun tos fundam en tales, la coincidencia entre Juan y los sinóp­ ticos es bastan te notable 40. ¿Cuál es, pues, el valor de los relatos y discursos del cuarto ev an ­ gelio en orden a una reconstrucción de la h istoria de Cristo? Los exégetas católicos adm iten el valor histórico del evangelio, con todo debemos reconocer que sus afirmaciones sobre el particular son hoy mucho más m atizadas que en épocas pretéritas. La B iblia de Jeru - salén , que representa una buena tendencia de la exégesis católica, nos d ic e : «La concepción de la h istoria que supone el cuarto evangelio difiere profundam ente de la idea que tiene el historiador moderno. Lo que sobre todo interesa al evangelista, es poner de relieve el sen tido de una historia a la vez divina y h um an a ... Para ello h a hecho una selección y ha retenido ún icam ente aquellos hechos que a sus ojos presen taban un carácter más sim bó lico... Ve los hechos m a te ­ riales, históricos en su dimensión esp iritual: Jesús es la luz, el cordero de Dios, el nuevo tem p lo ... la serpiente del desierto... el pan de 36 . id., p . 245 . 37 . C fr. B . B a g a t t i , en Bibbia e Oriente 1 ( 1959 ) 12 - 14 . 38 . C fr. P h . H . M e n o u d , art. cit., p . 22 . 39 . C fr. R . E . B r o w n , art. cit., pp . 3 - 5 . 40 . W . G r u n d m a n n , art. cit., p p . 306 - 309 . 4

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