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272 PROBLEMAS ACTUALES EN TORNO. Aprovechando toda una serie de descubrim ientos, W . F. Albright, arqueólogo y lingüista destacado, ha hecho ver la luz que tales h a ­ llazgos pueden proyectar sobre puntos oscuros del evangelio de Juan 35. V am os a tom ar a su Arqueología de Palestina algunos ejem p los. En los sinópticos, y más en san Juan, es frecuente el térm ino arameo rabbi, traducido al griego por didasJcalos (maestro, profesor), aplicado a Cristo (Jn. 1, 38; 20, 16). Especialistas en literatura rabín ica soste­ n ían que tal expresión evangélica era un anacronismo del siglo ii después de Cristo. Sin embargo, en el año 1930, E. L. Sukenik excavó un a tum ba en terrenos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y encontró un osario del siglo i d. C., en el que se hallaba escrito, en caracteres arameos, el nombre griego Teodoción, y, al lado, el título de didaskalos. Luego el uso de dicho título en el evangelio no es un anacron ismo histórico. También se hab ía afirmado que los nombres propios en san Juan no respondían a personas concretas, sino que hab ían sido elegidos por el evangelista por razón de su sign ificado oculto, de su simbolismo. Con todo, las numerosas inscripciones halladas en los osarios p a le s- tinenses de la época neotestam en taria han puesto de m an ifiesto que tales nombres eran corrientes, de uso frecuen te: M iriam (M aría), Marta, Salomé, Lázaro (fo rm a abreviada de Eleazar). Igualm en te hace resaltar A lbrigh t la precisión de algunas indicaciones topográficas del cuarto evangelio, precisión que podría parecer un tan to extraña en un evangelio tan «espiritual». Pero el hecho está ahí y no puede pasarse por alto. A lgunos exégetas habían inten tado buscar un sen ­ tido simbólico a tales nombres, por considerarlos irreales. Así, Betania más allá del Jordán (Jn. 1, 28) seria el lugar imaginario donde se debería buscar a Jesús, lugar que los judíos no conocen ; Einon cerca de Salim (Jn. 3, 23), donde bautizaba el Bau tista, sign ificaría simp le­ m ente que el Precursor estaba cerca de la paz (Salim ), es decir, cerca del sacram en to cristiano, etc. Hoy casi todos los exégetas tienden a tomar más en serio estas localizaciones. Como muestras salientes de exactitud topográfica en el cuarto evangelio cita A lbrigh t también el caso del Lithostrotos (enlosado), en hebreo Gabbatha («lugar alto»), de Jn. 19, 13. En las excavaciones realizadas en el convento actual de las D am as de Sión y en el Instituto Bíblico Franciscano de la F lage­ lación, emplazados ambos edificios sobre el lugar donde se levantaba antiguamen te la fortaleza An ton ia , se h a puesto al descubierto un m agn ífico enlosado en un sitio alto. Siguiendo la opinión del padre 35 . The Archaeology of Palestine, P e n g u in B o o k s 1956 , pp. 243 - 249 . E d icio n e s G a rrig a , B a rc e lo n a . A c a b a d e p u b lica r u n a ed ición ca stella n a .

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