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230 LA UNION EUCARISTICA. Resumiendo ya cuanto se ha escrito sobre Mendoza desde el año 1938 hasta hoy y prescindiendo de las reseñas bibliográficas, pode­ mos decir que los comentarios a la doctrina del Cardenal de Burgos se mantienen dentro de un mero carácter informativo. Como en parte se desconocen mutuamente, las repeticiones fueron inevitables. De ahí que a pesar de los diversos artículos, poco se haya dicho de nuevo sobre el valor de esta doctrina. Desde el siglo xvi muchos autores combatieron a Mendoza atri­ buyéndole despropósitos completamente ajenos a su mente. Otros au­ tores afirman sin ambages que se trata sólo de diversa terminología. ¿Es una doctrina nueva o es la doctrina común expresada en términos llamativos? Los trabajos que en la actualidad se han hecho sobre la doctrina de Mendoza no han tenido más objetivo que darla a conocer. Así lo han afirmado los mismos autores Piolanti, Blázquez y Volpicella 20. Por nuestra parte, vamos a intentar valorarla críticamente. Mendoza ha afirmado que por la Comunión el fiel se une a Cristo de un modo estable no sólo con el alma sino con el cuerpo. El cuerpo del comulgante recibe unas cualidades o propiedades accidentales que lo configuran al cuerpo de Cristo. Esta unión es calificada de «natu­ ral, sustancial, corporal», porque no es sólo espiritual por fe o afecto, sino por la misma sustancia de Cristo que se une a la nuestra. ¿Es lógica y coherente esta sentencia? Analizaremos primeramente su terminología para llegar a ver la naturaleza íntima de esa unión. TERMINOLOGIA El Cardenal Mendoza había tenido ocasión de leer a San Hilario, San Juan Crisòstomo, San Cirilo de Alejandría y otros Santos Padres. Había leído sobre todo los escritos del Waldense y del Rofense. Y de 20. «N u n c op ta n d um est u t a lii... altius p erq u iran t atqu e ex p lore n t m entem n ostri A u ctoris eiusque necessitu d in em osten d an t cum ceteris eiusdem , su perioris et sequioris aetatis theologis, ut in d e aequum iu d icium tum h istorice cum th eolo- g ice p roferri queat». A . Piolanti, P roleg om en a al «De naturali cum Christo unitate», p. L x x v r r . «N u estro tra b a jo se h a lim itad o a un a in vestigación ex eg ética , n o crítica n i com p arativa, de la m ente del au tor, y a e x p on er esqu em áticam en te las ideas su yas...». J. B lázquez, art. cit. : RevEspTeol 4 (1944) 280. «In qu esto lav oro n on in ten d o d i fa re il vaglio della dottrin a m en d ozian a, m a d arn e quasi u n ’a n ticip azion e ch e fa cia cog n oscere un a op era in ed ita ... A nalisi qu indi del pensiero, n o n critica di v a lo re ...». A. V olpicella, op. cit., p . 40.

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