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2 5 4 LA UN ION EUCARISTICA. gracia sacramental es accidente, según el mismo Mendoza u0. Luego esa diferencia realmente no existe. Continuemos. La Eucaristía produce las dos imiones, puesto que causa la gracia santificante y la gracia sacramental. Por eso Mendoza habla de doble vínculo, aludiendo a la unión de cuerpo y alma: «Ea vero pars eiusdem secundae rationis, quo hoc ipso e ffe c - tum ait quia ut cognatus homo sibi duplici nexu, carnis scilicet et spiritus, non spirituali tantum unione ei íncorporetur... R a - tioni enirn consentaneum est ut una tantum coniunctione cum Dei Filio copuletur qui unicum habet cum illo vinculum, duplici autem qui dúplex» U1. El razonamiento parece claro y diáfano, estableciendo una dis­ tinción entre la gracia santificante y la gracia sacramental, pero nuevamente Mendoza nos desconcierta, cuando se pregunta a sí mismo en las últimas páginas de su obra: «An hae uniones, quae ab antiquis varia nom ina sortita e sunt, d istinctae sint an non », y responde: «Si médium respicimus, idest, gratiam quae una et eadem est, distinctas esse has uniones negabimus» 142. Por tanto, Mendoza niega en la Eucaristía la distinción entre gracia sacramental y santificante, o mejor dicho, la gracia sacramental es la misma gracia santificante M3. La única distinción entre estas dos uniones está en los extremos que une: la misma gracia santificante, si une sólo nuestra alma, produce la unión espiritual; si une también nuestro cuerpo, produce unión natural: «Si vero extrema considerentur, diversae erunt, quia per spiritualem anima, per naturalem caro Christo capiti suo uniuntur» 140. «G ra tia en im a ccid en s est, n a tu ra v ero su bstantia», p. 127, c. 141. P ág. 285, b ; cfr. 86 , b-c. 142. P ág. 397, c. 143. A si A. V o lp ic e lla reco n oce que p a ra M e n d oza la g ra cia cristifica es la s o b re n a tu ra l: «S i id e n tifica co n la g razia sop ran n atu rale», op. cit., p. 66 . Y J. B lazqu ez e sc r ib e : «A h o ra bien, si aten d em os a la raíz de la con v en ien cia , debe­ m os p o n e r la razón d e m ed io en la g ra cia san tifica n te, que n o s vien e p o r C risto / que, eleván d on os y sa n án d on os ra d ica lm en te e n el alm a y en e l cu erp o, n os cristifica , n os h a ce ra d ica lm en te id én ticos c o n El». Teól. Españoles del siglo x v i: RevEspTeol 4 (1944) 289. 144. P ág. 397, c.

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