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1 4 2 POR LA ARQUEOLOGIA A LA LUZ en combate contra las fieras. La ciudad es organizada y con el nombre de Judae Caput hace de capital de la provincia. Cesarea ocupa un lugar destacado en el desarrollo del cristianismo primitivo. Nueve veces se la cita en el Libro de los Hechos. Aquí Pedro bautiza a Cornelio, oficial romano y primero de los gentiles admitidos a la nueva fe ; aquí Pablo pasa dos años preso antes de apelar al César y embarcarse para Roma. Desde finales del siglo n la gobierna un obispo y en el año 195 se celebra un concilio. A mediados del siglo m enseña Orígenes y se forma una biblioteca bien nutrida; en el siglo iv el famoso historiador Eusebio rige la ciudad como obispo. En 1101 Bal- duino de Jerusalén conquista la ciudad poniendo fin a cuatrocientos sesenta años de dominación árabe. El viajero judío español Benjamín de Tudela dice, como síntoma de la decadencia de Cesarea que, en 1170, no encontró sino 20 judíos y otros tantos samaritanos, supervivientes de la numerosa comuni­ dad. En 1251-1253 S. Luis de Francia fortifica la ciudad y edifica la catedral, pero la ciudad vuelve a caer definitivamente en manos del sultán Baibars, catorce años más tarde. Desde entonces Cesarea se convierte en cantera abundante y económica de materiales de cons­ trucción. Los trabajos arqueológicos se han intensificado y orgaiiizado sis­ tem á ticam en te desde la fundación del Estado de Israel. Actualmente las excavaciones son dirigidas, en el secto r del puerto (romano, bizantino, cruzado, árabe) por Abraham Negev de la Uni­ versidad Hebraica de Jerusalén, asistido por M. G. Foerster, estudiante diplomado de la misma universidad; En el secto r del an fitea tro, por la «Missione archeologica italiana», del Instituto Lombardo, muy bien equipada por la «Academia di scienze e lettere» de Milán, bajo la dirección del profesor L. Crema. Los resultados obten idos hasta la fech a son sorprendentes. La misión israelita va descubriendo un mundo intrincado de recuerdos romanos, bizantinos, cruzados y árabes que sería demasiado prolijo enumerar aquí. Solamente quiero dejar constancia del hallazgo, per­ teneciente al período bizantino, de una estatua que representa a Cristo llevando el Cordero. Este hallazgo impulsa a seguir investigando y a los pocos días se encuentran los fundamentos de un edificio cuyo suelo está cubierto de mosaicos. Al menos tres pisos superpuestos de pavimento son visibles, de los que el más antiguo se remonta al si­ glo iv y el más moderno, al v i i . Sobre los pavimentos cinco inscripcio­ nes, tres de ellas en perfecto estado, testimonian el carácter religioso del mismo. Una citación rara del Nuevo Testamento intriga a los investigadores: «¿quieres vivir sin temor a la autoridad? Haz el bien» (Rm. 13, 3).

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