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1 4 0 POR LA ARQUEOLOGIA A LA LUZ zaret se presenta como un circo de colinas. Si esto puede afirmarse de la ciudad actual, no se puede afirmar de la ciudad israelita, puesto que las excavaciones muestran la existencia de una ciudad sobre una pequeña colina en el centro de una depresión, y es la que rematan las iglesias y conventos de los PP. Franciscanos. Las tumbas judías, de época romana con piedra circular, que se pueden ver en las Damas de Nazaret, prueban que este lugar estaba ya, en tiempo de Jesús, fuera de la ciudad, pues los judíos no habitaban nunca un sector de tumbas, ya que éstas eran fuente de impureza legal. b) El otro h ech o arqueológico es la sucesión de las iglesias fra n ­ ciscana, cruzada, bizantina y prebizantina en el mismo sitio. La tradi­ ción a la que se refiere el peregrino de Plasencia, según la cual la basílica sucede a la casa de María, no es ya un hecho arqueológico, sino un dato de tradición eclesiástica que fundamenta todo su valor en el hecho de que la parentela ds Jesús continó habitando Nazare t5. Debemos agradecer al ilustre y sabio franciscano P. Bagatti estos hallazgos que se sitúan, sin duda ninguna, entre los más importantes de la arqueología cristiana. MONTE CARMELO. También el P. Belarmino Bagatti ha estudiado las ruinas del mo­ nasterio de S. Brucardo, en el wadi es-Siah, cerca de la fuente de Elias c- La iglesias es de forma rectangular, alargada (23,30 por 6,25- 6,42 m.), sin ábside. Se distinguen netamente dos períodos en la cons­ trucción. La más antigua (s. xn ) comprende la parte oeste (donde se encuentra la puerta principal) y un pequeño campanario en semi­ círculo (3,04 de diámetro). El P. Bagatti piensa que los resultados de las excavaciones con- cuerdan perfectamente con los documentos antiguos. El lugar se pres­ taba para la vida eremítica, provisto de agua y de grutas naturales, y suficientemente apartado para guardar la soledad. La construcción 5. A. Olivan, Maria nella sua Terra (M ila n o 1958> 41 ss. Nazaret : Terre Sainte, ju il.-a ou t (1961) 201-206. B. Bagatti, Tetre Sainte, aou t-sept. (1961) 196-200. E l P. B agatti recu erd a la e x isten cia de un testig o d e Jesús en G a lilea en tre el siglo i y n ; se tra ta de M in Jacob, del v ecin o pueblo de K e fa r S em ei, m en cion a d o dos veces en las fu en tes rabdm cas. D u ra n te la p ersecu ción de D ecio, u n h istoriad or, llam ad o K o n o n , m ar­ tirizado e n F rigia, d ecla ra delante ele los ju eces : «S o y o rig in a rio d e N azaret en G alilea y m i ía m 'lia d escien d e de C risto, a qu ien servim os desde siem pre». 6 . Chronique Archéologique : Rev. Biblique, 67 (1960 ) 388-389.

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