PS_NyG_1962v009n001p0135_0145

POR LA ARQUEOLOGIA A LA LUZ Pío X II, en la encíclica «Divino afilante Spiritu», encarece la im ­ portancia de los descubrimientos arqueológicos, paleográficos, etno­ gráficos para el estudio de la Sagrada Escritura: «No hay quien fá ­ cilmente no vea que las condiciones de los estudios bíblicos y las de los otros que para éstos son de utilidad, se han modificado mucho en estos cincuenta años, pues, pasando por alto otras cosas, cuando nuestro Predecesor publicó su Encíclica «Providentissimus Deus» apenas si había comenzado a explorarse algún que otro lugar de excavaciones en Palestina relacionadas con estos estudios, en tanto que ahora las investigaciones de este género se han multiplicado y llevado a cabo con métodos más severos y, perfeccionadas por el mismo ejercicio, nos enseñan más y con mayor certeza. Y cuánta en verdad sea la luz que de estas investigaciones brota para entender mejor y más ple­ namente los Sagrados Libros, lo saben muy bien los peritos y cuantos a estos estudios se consagran. Y crece aún la importancia de estas investigaciones por los documentos escritos hallados de cuando en cuando, que contribuyen mucho al conocimiento de las lenguas, lite­ ratura, historia, costumbres y religiones antiquísimas. Ni es de menor importancia el hallazgo y la investigación, tan frecuente en nuestro tiempo, de papiros, que tan útiles han sido para conocer las literaturas y las instituciones públicas y privadas, principalmente del tiempo de nuestro Salvador» Desde mediados del siglo pasado, sabios americanos, ingleses, fran­ ceses y alemanes realizan excavaciones en el Próximo Oriente: en Mesopotamia, Palestina, Egipto, Persia, Asia Menor... En Palestina y en otras regiones se sacan a la luz del día sitios y ciudades frecuen­ temente mencionados en la Biblia: aparecen v están situados tal y donde la Biblia dice. En las antiquísimas inscripciones y edificacio­ nes halladas, los exploradores encuentran cada vez más personajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Toda la historia contada en la Bi­ blia va siendo desenterrada pacientemente para alzarse en testimo­ nio contundente de su veracidad. El descubrimiento de monumentos, 1 . AAS 1943 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz