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1 0 2 SILUETA SICOLITERARIA DE MANUEL MACHADO en el amor, en el amor dulce, intenso, constante y probado de su prima Eulalia Cáceres. Y es en su dulce y amada Sevilla donde aquellas dos almas unen para siempre su amor ante el A ltar. Luego, muy p ron ­ to, de nuevo a Madrid. Con la vida encalmada, vuelve la fecundidad a su estro. APOLO (1910), CANTE HONDO (1912). Otro gran éxito de Manuel la publicación de este nuevo libro. El m ismo día de su apa ­ rición se han vendido en Madrid mil ejemplares. Preocupaciones eco - nóimico-familiares introducen un nuevo cambio en la vida del poeta. Ha opositado brillantemente a las plazas de Archiveros y B ibliote­ carios y ha obtenido la de Santiago de Compostela. Su estancia en la ciudad del Apóstol es tan breve q ¿e apenas si le da tiempo de escuchar el diálogo de sus campanarios y las clavicordiadas notas de su casi perenne lluvia. Con todo, la tierra de las «saudades» no h a dejado de inspirarle algún poema. Y definitivamente, hasta 1936, Madrid. En esta época a Manuel le tienta la prosa. El año 1914 — estallido de la primera guerra mundial— sale de las prensas su obra LA GUERRA L ITERAR IA . Colabora como articulista y cron ista literario en varios periódicos y revistas y asume ilusionadamente el puesto de crítico de teatro en el «Liberal». Las crónicas y los artículos alternan con sus ocupaciones de Archivero, primero en la Biblioteca Nacional y en la Municipal después. Pero en medio de todos estos quehaceres perio­ dísticos y archiveriles no olvida, aunque sí descuida bastante, su vo ­ cación m á s decidida, la de poeta. En 1915 acrecienta el acervo de sus publicaciones poéticas con CANCIONES Y DED ICATOR IAS y en 1917 con SEVILLA Y OTROS POEMAS. Este mismo año recopila su labor de critico y suma un volumen más a sus libros prosales: UN AÑO DE TEATRO . El siguiente, 1918 — 'año del Arm isticio— es otro volumen en prosa, D IA POR D IA DE M I CALENDARIO , el que acompaña a la ansiada paz. Vienen luego unos años de depresión vital en el poeta y sólo en 1923 ve la luz un libro sign ificativo y delator: ARS MORIEND I. Con ­ fidencialmente le dice a su hermano Anton io que piensa con este volumen abadonar su fam iliaridad con las musas. Cree que ha pasado la época de su poesía. Por fortuna no cumple su propósito. Quizás el nuevo éxito del volumen le hace ya dudar de su creencia. Pero son unas oportunas palabras de su hermano las que le convencen : «La poesía nunca tiene edad cuando es verdadera poesía» 5. Con todo, siguen aún unos años de indecisión y de inactividad poética. F in a l­ men te, gracias al tesón de Antonio y al cariño fraternal de ambos, se inicia en 1926 la colaboración de los dos Machado en obras de 5. M . P érez P e rre ro , o. c., p. 155.

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