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MODESTO DE SANZOLES 121 exclusivamente de esta m an e ra : a b a b a b, y una sola vez acude a este otro tren zado: a b a a b a. En la colocación de acentos — de importancia capital en el ritmo de los endecasílabos— M achado es em inentemente clasicista, pues un 8 0% de sus versos italian izantes tienen acentuación principal en sex ta y décima. Quiere esto decir que una gran mayoría de sus versos endecasílabas tienen un marcado ritmo yámbico, más perceptible aún por llevar muy comúnmente un acento secundario en cuarta sílaba. El veinte por ciento restante son de ritmo m ás bien dactilico, pues los acentos principales descansan sobre cuarta, octava y décima. Entre éstos los tiene de factura tan bella como este incomparable sá fico : «Ojos azules y en los ojos lágrimas ». Son muy raros en Manuel M achado esos otros versos endecasílabos, de ritmo dactilico también (creemos que es más correcto catalogarlos como dactilicos que como anapésticos, con tra no pocos que opinan lo contrario) versos vulgarmente conocidos con la denom inación «de gaita gallega». No comprendemos el desprecio — o menosprecio al menos— >que no pocos preceptistas sienten por esta bella y rítm ica clase de versos. Algunos ejemplares más de endecasílabos con acen ­ tuación en segunda, cuarta y décima se encuentran en el autor de CADENCIAS DE CADENCIAS, y su ritmo lo juzgamos, cuando menos, no desagradab le: «la virgen niña de la primavera»... «primera mancha de los azahares»... «mejor montada de lo que conviene»... «deshoja flores por las avenidas»... A lguno — muy raro— se encuen tra con acentos en primera, cuarta y décima, menos armoniosos que el anterior, pero tampoco arrítm ico: «pienso que piensa tu melancolía»... No es raro, sin embargo, encon trar endecasílabos machadianos con acentuación única en cuarta y décima, que, sin enca jar en ninguno de los ritmos clásicos, producen una sensación, no desagradable por cierto, de aceleración anapéstica: «los currutacos y las mirmiflores»... «y la bandera de la gallardía»... Manuel Machado rompe, a veces, el ritmo del endecasílabo, h a ­ ciendo en trar en combinación con él otros versos, de mayor cantidad

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