PS_NyG_1962v009n001p0035_0070
6 2 SAN FRANCISCO O EL TRIUNFO DE LA GRACIA. m e n te ; si con ellas se inten tara decir que el santo m ira a las cosas con la preocupación de dirigirse por ellas a Dios, de utilizarlas para g lo ria de Dios, sería plenamente aceptable. A l principio de los Ejercicios de S. Ignacio se nos da la regla de oro del «tanto cuanto » sobre el modo de com portam o s con las cosas de este mundo. Creemos, sin em bargo, que en el contexto orteguiano, tienen otra significación que no podemos aceptar. Aclaremos este contexto. Nos interesa. Se halla este pasaje en un curso de lecciones de las m ás pensadas en la producción de Ortega. Son conocidas ba jo el títu lo En torno a Galileo y también Esquema de la crisis. Este segundo títu lo e s más indicador que el primero. En e fe c to ; es el hecho íntimo de la e s tructura psicológica-social de las crisis del hombre europeo la m agna preocupación del filósofo. Aclarar este fenómeno psicológico-social, su intento. Aborda el filósofo tan interesante tem a de filosofía de la historia con la definición de crisis. Límpidamente lo hace en esta fra se: «Eso que se llam a crisis no es sino el tránsito que el hombre hace de vivir prendido a unas cosas y apoyado en ellas a vivir prendido y apoyado en otras. El tránsito consiste, pues, en dos rudas operaciones: una, desprenderse de aquella ubre que am am an taba nuestra vida — n o se olvide que nuestra vida vive siempre de una interpretación del un i verso— ' y otra, disponer su mente a agarrarse a la nueva ubre, esto es, irse hab ituando a otra perspectiva vital, a ver otras cosas, a a te nerse a ellas» Esta noción de crisis es clara y no precisa de largo comentario. Tanto en la vida ín tim a com o en la social, las tremendas crisis, esas que hacen derramar lágrimas al corazón, son siempre des garros de una ideología que se va, m ientras pugna otra por imponer su dominio. En esta definición convenimos todos. Lo delicado desde el punto de vista h istórico-cultural es la aplicación que hace Ortega al hombre europeo. Para Ortega tres son las crisis del hombre europeo: la del fin de la edad a n t’gua, la del renacim iento y la actual. Nos interesa tan sólo acotar lo que dice la primera. La crisis del mundo antiguo consistió . según Ortega en que la supercultura greco -rom ana no fue capaz de resolver los ingentes problemas que el m om en to histórico presentaba al hombre. Ni Grecia n i Roma supieron responder a esta exigencia humana. Si durante los siglos de la cultura clásica el hombre se había Eucken, O. Spengler y A. von Hofmann defiende el profundo humanismo del pen samiento med'eval, pese a ciertas afirmaciones y exageraciones motivadas por un ascetismo poco iluminado. 25. C f. E n to r n o a G a lile o ..., p. 58.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz