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VALENTIN DE SOTO 237 mera apertura en la acción ha cia los demás. Esto podrá llamarse solidaridad, podrá tener un gran sentido humano, pero carece de' ver­ dadera religiosidad. e) ¿Muestra m oral no tiene por fundamento el pecado, sino sobre todo la ley del amor. No negamos nuestra cond ición de pecadores. Con todo la consta tación de este h e ch o n o puede llevar a ningún cristiano a la desesperación y angustia paralizante. El cristiano sabe que ha sido rescatado y puede obtener el perdón, porque su pecado está en relación de persona a persona. Cuando nos consta que la persona ofendida, en este ca so Dios, nos puede amar de nuevo, cabe acer­ carse a El con con fianza. La cu lpa puede cambiar psicológica o es­ piritualmente de signo y convertirse, por e l arrepentim iento, en un m otivo de amor más profundo. La idea central, pues, del cristian is­ m o no será el pecado, com o pudieran hacer creer ciertos manuales de casu ística, sino la rem isión del pecado p or obra y méritos de Cristo. «Somos pecadores, pero el pecado n o puede mantenernos en prisión, com o antes de Cristo. Un acto de fe en el amor de Dios y una honesta con trición bastan para liberarnos. Y p or la absolución sacerdotal la omn ipotencia de Dios nos crea de nuevo, y h a ce una vez más de nos­ otros h ijo s y herederos del Padre» M. f) A firm a Hesnard que c on la m ora l con creta va a desaparecer el fenóm eno tan frecuen te de la fa lta de correspondencia entre lo que se cree y lo que se v iv e ; y entre la doctrina moral y la conducta humana n o se conocerán ya desacuerdos n i diferencias. Por las ga ­ nas uno tacharía de in fantilism o esta buena fe y con fianza a u ltran ­ za. Y a en otra parte hemos aludido al desequilibrio íntim o que en nuestra estructura humana d e jó el p ecado original. Mientras en n o s ­ otros luchen el animal y el hombre la victoria del bien será siempre problemática. El m ismo Hesnard n o parece tenerlas todas consigo cuando en un m om en to de sinceridad, aludiendo a la moral nueva, sin pecado, se pregunta si «llegará en verdad a existir alguna vez». Valores positivos Pero n o todo es rechazable en el estudio psicológico de la cu lpa ­ bilidad del Dr. Hesnard. A través de la d ifusa exposición podemos des­ cubrir o al menos intuir indudables valores, que es preciso ahora 18. Georges Dirkes, A propos du sentiment de culpabilité: SciencEccles. 9 (1957) 301.

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