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ALEJANDRODE VILLALMONTR 217 trina teológica sobre la con firm a ción debe terminarse en la «p ra x is»: es decir, debe ser alimento y guía en la cura de ambas y para la vida espiritual de los cristianos. Por esta razón, en una exposición «kerigmática» de la teología de la con firm ación , es inevitable ¡hacer algunas indicaciones de tipo práctico, para poner de man ifiesto la continu idad que debe existir —en ambas direcciones—- entre la teoría y la prácitca , la teología y la vida de la Iglesia. Reducimos nuestras indicaciones a algunos puntos básicos 4‘. 1. Preparación para recibir la confirmación. a) Administrarla en edad conveniente. —•La práctica de la Ig le­ sia ha sido y es muy varia en este asunto. Recuérdense las d i­ versas costumbres de Oriente y O cciden te; y la variedad que exis­ te entre antiguas y modernas prácticas. No se puede criticar la costumbre de adm inistrarla a los niños sin uso de razón. Sin embargo, la edad más apropiada, excepto caso de urgente, tal vez sería p o co después de la primera Comun ión ; cuando ya los n i­ ños tengan alguna capacidad para entender el sign ificado del sa ­ cramento. No es necesario esperar a la «madurez» fisio lóg ico-sicoló - gica, ya que la madurez espiritual se necesita antes, particularmente la madurez sacramental. Por o tra parte la gracia para com batir los enem igos del alma, la robustez e intrepidez en con fesar la fe es n e ­ cesaria desde que la vida espiritual está en peligro: al llegar el h om ­ bre al uso com p leto de su razón. b) Instrucción preparatoria. — Una instrucción catequética p re ­ via es necesario hacerla, pero también es d ifícil, por la edad en que se suele adm inistrar la con firm ación . Sin embargo, nunca debe omitirse. Lo que se hace en otros sacramentos, debe h a ­ cerse también en la recepción de la con firm a ción cuya importancia para la vida cristiana es necesario revalorizar. Así lo ven actualmente tanto los teólogos com o los pastores de almas. Como ideas básicas de esta catequesis sobre la con firm a ción podrían presentarse las que h e ­ mos expuesto en nuestro traba jo y según el enfoque que hemos dado a la teología con firmal. Según la capacidad y preparación doctrinal de los oyentes ha de 44. Para los problemas pastorales de la confirmación véase especialmente A. Adam, Firmung und Seelsorge, J. C. Ruta, La Confirmación, 151-197. 3

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