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S A N T IA G O DE LA CORUÑA 1 4 5 cial en las Ordenes Religiosas, si los Votos o solamente los consejos en cuanto tales. Sobre ”La Liturgia como fuente de la Teología Espiritual”, disertó D. Ignacio Oñatibia, del Sem inario de Vitoria. A firmó que la Liturgia en cuanto vida, no como ciencia, fundam en ta la Teología Espiritual, ya que la Iglesia revela su vida en la Liturgia, y ésta nos da la ex periencia de la Iglesia. Puso de relieve la continuidad que debe haber entre L iturgia y vida espiritual. El cristiano ha iniciado su vida so brenatural a través de la Liturgia, y la Ascética y M ística no son más que una prolongación de esa vida divina en el hombre. En una se gunda parte fue exam inando ya concretamente la influencia de la Liturgia en la Teología Espiritual, en lo referente a terminología, al campo de lo moral, a las exigencias espirituales que impone, e tc ... La Teología Espiritual encontrará en la Liturgia un mayor rejuve necim iento y profundidad. Se insinuó en el coloquio la necesidad de distinguir en la Liturgia lo esencial y lo accidental. Lo esencial de la Liturgia es lo que debe fundam en tar la Teología Espiritual como ciencia. Al día siguiente se reanudaron los estudios con la ponencia del P. A lvaro Huerga, O. P., catedrático del Angélico. Le correspondió el tem a ”La Hagiografía”. El P. Huerga indicó las relaciones entre bio gra fía y hagiografía y el hecho del corto número de lectores de las vidas de santos, frente a los lectores de biografías de hombres ilus tres en el plano meramente humano. Sin embargo, la importancia de la hagiografía es enorme para la ciencia de la espiritualidad, te niendo en cuen ta que contienen doble testimonio, del hagiografiado y del autor de la vida. No toda hagiografía es fuente de Teología Espiritual: destacan las autobiografías de los santos, y las vidas cuyos autores son también santos. En cuanto a otras biografías e s pirituales, se deben estudiar críticamente y así es como podrán ser utilizadas para hacer Teología Espiritual, ya que muchas veces los santos inconscientemente mezclan en sus experiencias elementos pu ramente humanos, que no proceden de Dios. Por último, acentuó la utilidad de la hagiografía para lectura espiritual y estímulo de los lectores. D. Francisco Camprubi envió su ponencia para ser leída. Aunque el tem a asignado en el programa era m ás amplio, se lim itó al pun to de ’Arte cristiano y espiritualidad”. Fue exponiendo las intimas rela ciones que reinan entre la espiritualidad y el arte como expresión espiritual. De la idea imperante en el arte de las Catacumbas: re surrección de la carne, se pasa pau latinamen te al bizantino con su idea del Cristo transcendente y la felicidad del cielo simbolizada en la cúpula. Después del período iconoclasta, Cristo aparece de modo
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