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144 C R O N IC A DEL I I I C O N G R E SO DE E S P IR IT U A L ID A D envió su ponencia: ’Problemática actual de la Teología Espiritual”. Fue indicando los pun tos que necesitaban una elaboración más pro­ funda para actualizar la Teología Espiritual, y aspectos que convenía desarrollar. Entre otros, recuerdo los sigu ientes: fundam en tar la T eo ­ logía Espiritual en la Sagrada Escritura y Santos Padres, integrar el contenido real de la Liturgia en la Teología Espiritual y enraizarlo todo en la Dogmática. Tener en cuenta la Sicología, ya que nuestra espiritualidad ha de ser hum ana, no angélica ; acentuar la dim en ­ sión social-eclesial, a la luz del Cuerpo M ístico ; considerar los di­ versos estados y formas de vida. Por último, no quedarnos en la teo ­ ría sino ba jar a la práctica, exponiendo la doctrina en modelos vi­ vientes a través de biografías de santos, cuya divulgación se debiera in ten sificar... Entrando ya en la parte de las Fuentes, estudió ”La Sagrada Es­ critura, utilización de la misma y sentido plenior de los santos”, el P. Sebastian B artina , S. J., que dividió su con ferencia en dos partes: la Biblia en sí m isma, y los santos intérpretes de la Biblia. En la primera parte analizó los diversos sentidos y géneros literarios, así como las tendencias de las dos escuelas alejandrina y antioquena. En la segunda parte, más extensa, expuso las diversas formas en que los santos usan de la B ib lia: a veces emplean expresiones de la S a ­ grada Escritura o aducen lugares de la m ism a, porque enmarcan e ilustran lo que quieren exponer; a veces se guían por paralelismos subsconscientes, empleando un pasaje con el sentido de otro p a sa je ; o interpretan los sentim ientos del h ag ióg ra fo ..., pero en todos estos casos, no inten tan citar n i hacer exégesis. En ocasiones, los santos tienen una intuición que les hace ver la verdad aún en contra de muchos exégetas, por un don carismático. Como conclusión, estable­ ció el criterio del parecer del Magisterio de la Iglesia sobre el parecer de los santos. En el diálogo que se siguió, algunos hicieron notar que las in tu i­ ciones de los santos se podrían explicar muy bien sólo por el desarrollo normal del organismo sobrenatural, sin n ingún carisma extraordinario. El P. M iguel Nicolau, S. J., abordó el tem a del ’Magisterio ecle­ siástico ordinario y extraordinario”. Después de dar las normas gene­ rales para conocer lo que es verdadero magisterio, se limitó a los puntos que ofrecen mayor interés para la Teología espiritual, tales como las acta? de canonización y la aprobación de Ordenes Religiosas. De modo particular trató la cuestión sobre si el estado religioso es el «analogatum princeps» de la perfección. Según el P. Nicolau, el e s ­ tado religioso lo es en lo que tiene de esencial, no en lo accidental. En el coloquio, se discutió entre los asistentes cuál era lo esen

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