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JOAQUIN DE E N C IN A S 81 grupo. La opinión de grupo le da a cada individuo una cierta con sistencia; él sabe que su solución a diversos problemas de la polí tica, de la economía o de la cultura coincide con la solución de otros muchos, él sabe que no está sólo en su modo de enjuiciar, valorar criticar y sentir frente a determinados acontecimientos. El espíritu de grupo es una cosa tan compleja y escurridiza como la opinión de grupo. Sabemos lo que es el espíritu de partido con su visión par cial de la vida no exenta de colorido emotivo. En todo grupo existe en mayor o menor grado esa efervescencia afectiva que liga a los miembros entre sí con un vinculo de carácter preferentemente afec tivo, pero que igualmente presta cierta animosidad a las relaciones con los extraños al grupo. e) Base ideológica. Es un fenómeno por lo demás frecuente y una reacción sicológica natural el adornar el egoísmo humano con consideraciones más o menos altruistas. Particularmente los grupos de intereses que representan a amplias zonas de la población han intensificado cada vez más estas consideraciones de carácter ge neral para prestar patetismo y justificar sus exigencias. El diputado Dr. Dresbach comentaba irónicamente que en Alemania Occidental ningún zapatero echa unas suelas por dinero, sino por «el bienestar de la nación», y que la agricultura no cultiva simplemente patatas y repollos, sino que es «un elemento demográfico y biológico de gran importancia». Los sindicatos han encontrado igualmente su filosofía que justifica su acceso a la política nacional e internacional en todos sus aspectos 6. f) Tendencia a la organización burocrática. En la medida en que los grupos cuentan con un número suficiente de miembros y se de finen por intereses de alguna importancia los grupos buscan espon táneamente una organización e incluso su reconocimiento en el de recho público. Alguien les ha llamado «estados dentro del Estado». Los grupos tienen sus jefes, sus secretariados, sus funcionarios y extienden las ramificaciones de la administración por todo el área na cional. Como compensación a esta tendencia organizadora que fija en formas jurídicas la existencia de los grupos, la vida cambiante de los individuos tiende a disolver estos vínculos legales. De ahí na ce una tirantez entre lo orgánico y lo viviente, entre lo estabilizador 6. G . T r i e s c h , D i e M a c h t d e r F r u n k t i o n ä r e ( M a c h t u n d V e r a n t w o r t u n g d e r G e w e r k s c h a ft e n , D ü s s e ld o r f, 1956. p p . 257 ss. E l p r o f e s o r A lf r e d W e b e r , e l D i-. A g a r t z y T h e o P ir k e r q u ie r e n d a r a lo s s in d ic a t o s la t a r e a n o s o la m e n t e d e a d o p t a r la r e s p o n s a b ilid a d p o lít ic a , s in o d e t o m a r l a d ir e c c ió n d e la p o lít ic a e n s e n t id o d e u n a d e m o c r a c ia p r o g r e s iv a o r ie n t a d a a u n a r e p ú b lic a s o c ia l. I d . p . 258. S o b r e la s c a r a c t e r ís t ic a s d e l g r u p o p u e d e v e r s e G . W e ip p e r t , o . c . 6
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