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110 LO S GRU PO S SO C IA L E S Y LO S M E D IO S DE IN F O R M A C IO N do a ese igualitarismo social sin clases, sino que en realidad se ha simplificado la estructura social en una inmensa clase de traba ­ jadores y campesinos y en una élite de funcionarios. Sin embargo, los medios de información cambian de signo en am ­ bas sociedades. En el primer caso, los medios de información son — con ciertas lim itaciones— el portavoz de la opinión pública, el vehículo de expresión de los intereses económicos, culturales y so ­ ciales de los diversos grupos. En el segundo caso, los medios de in ­ formación son los canales de la opinión autorizada del partido, in s­ trumentos de realización de los fines político-económ icos del gobier­ no. En la sociedad democrática el Estado se hace eco de los m ú lti­ ples intereses — también con ciertas lim itaciones— para coordinar las diversas actividades y armonizar los intereses encontrados. En la sociedad marxista se imponen los programas de acción en el ám ­ bito económ ico-político y se exige la cooperación en la reconstruc­ ción de la sociedad socialista. En esta contraposición de ambas sociedades late también un sig­ n ificado y una función contrapuestos de la opinión pública. En la democracia la opinión pública es la sum a de las opiniones particu ­ lares: el gobierno la tom a como norm a de actuación. En el marxismo la opinión pública es algo subsistente, impuesto por el progreso evo­ lutivo de la sociedad: el Estado la interpreta y la impone. En el fondo late un significado contrapuesto del bien común. En las democracias se parte de que el. bien común no coincide con los bienes particulares. El individuo tiene preferencia sobre el Estado. En el marxismo el bien común coincide con el bien particular. En el primer caso se requiere un reajuste, aunque a veces lo impida el in flu jo de grupos poderosos; en el segundo caso hay que llevar la convicción a los particulares de que su bien individual solamente se garantiza en el bien común propuesto por el Estado. A igual distancia de ambos conceptos de sociedad está el con ­ cepto cristiano propuesto por las encíclicas sociales. A esta estructura profesional de la sociedad correspondería también una función e s ­ pecífica de los medios de información. Pero esto ya es un capítulo a parte. J oaquín de E ncinas , O. F. M . C ap .

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