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96 LO S G RU PO S SO C IA L E S Y LO S M E D IO S DE IN F O R M A C IO N pendencia del capital del banco y, con ello, al in flu jo de la política. Cierto que existen sus leyes sobre el particular, pero existen medios de influ ir en la vida política que escapan a toda legislación posi­ tiva. Por ejemplo, el silencio en el periódico acerca de ciertos hechos o personas puede obedecer al olvido o a la m a la intención. Pero es difícil demostrar la m a la intención y su culpabilidad jurídica. Una segunda posibilidad de financiación impersonal es el método de las subvenciones estatales. El Estado suele ayudar a aquellos p e ­ riódicos que considera de interés nacional, por tratarse de una zona de peligro político, como ocurría en la región de A lsacia y Lorena antes de la guerra, donde el gobierno francés y a lem án , su fragaban los periódicos que representaban la opinión del gobierno. Estas sub­ venciones pueden tener también lugar por iniciativa privada, por los mismos socios de una editorial cuando el periódico no logra cubrir los gastos. Pero ocurre también con frecuencia que, jun to al altru is­ m o de algunos socios que ayudan al periódico por afecto, se m ez­ clen en la redacción los intereses de otros que exigen una línea p o ­ lítica determ inada s¡. Por lo que se refiere al capital de explotación de empresa las entradas de suscripciones tienen su importancia sobre todo en m o ­ m entos de crisis. Pero estas suelen cubrir un 30 a 50 % de los gas­ tos. El resto se cubre con los anuncios de los periódicos. Estos tie ­ nen más importancia económica. Pero también por este medio se puede ejercer un in flu jo en el periódico por med io del boykott de anuncios. A veces los anuncios son un mordaz para el periódico o una paga por el silencio. Los suscriptores también pueden ejercer una cierta presión sobre e¡l periódico por medio de la amenaza, pero estas son menos peligrosas a n o ser que se trate de una reti­ rada organizada de las suscripciones 28. En todos estos casos la opinión reflejada por los periódicos no es la opinión pública. El periódico adopta m ás bien la formación de la opinión popular aprovechándose del prestigio de la prensa frente a la opinión individual m ás débil. E indirectamente, a través de la opinión pública, se in ten ta ejercer una presión sobre los organismos del Estado y su actividad legislativa o administrativa. d ) Los grupos específicos de presión. El diputado que lee a ten ­ tam en te la prensa diaria demuestra la importancia que se concede en los países democráticos a la opinión pública. Como la prensa re­ 27. A. B etz, Das Geld in der Zeitung, en «D ie P u n k tion der Presse im de­ m ok ra tisch en S ta at», M ü n ch en , 1958, pp. 111, 117. 28. Id., 1. c., pp. 119, 123. O. B. V o e g e le , Die Presse und die öffentliche Mei­ nung, en «D ie P u n k tion der P resse...», M ü n ch en , 1958, p. 58.

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