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puede facilitarles, por el número de votos o por la ayuda económica, al ascenso al poder. Los modos posibles de colaboración de los par­ tidos y los grupos pueden ser cinco: grupos que dominan al par­ tido político o viceversa; grupos que se identifican con partidos y, más frecuentemente, grupos que actúan dentro del partido o vice­ versa. Los casos en que los partidos dominan a las agrupaciones so­ lamente tienen lugar en los sistemas totalitarios. En las democracias lo ordinario es que los grupos actúen dentro y através de los par­ tidos políticos. Es en este ámbito donde los «pressure groups» sue­ len ejercer su presión sobre los organismos del Estado. Los partidos políticos suelen atraerse a los grupos presentando como candidatos de elección a personas representativas de los gru­ pos. Ello tiene por resultado que en determinados casos puedan coin­ cidir en una persona la representación política y la representación de los intereses del grupo. A estas personas se les ha llamado «puntos de interferencia» y pueden afectar en gran medida al sistema re­ presentativo 10. Para examinar las relaciones de los grupos entre sí hay que dis­ tinguir dos clases de asociaciones: las asociaciones que en la estruc­ tura económico-social, figuran como dominadores, y los subyugados por la dependencia económica. Tales son las asociaciones de patro­ nos y de sindicatos. Los primeros luchan por la conservación de su posición de privilegio y los derechos adquiridos, los segundos se esfuerzan por la adquisición de nuevos derechos. Entre ellos existe una animosidad clasista que, desde luego, ha perdido casi toda la violencia que le era propia en el siglo xix. Aún en la actualidad existen tiranteces pero procuran resolverlas en un ambiente realis­ ta y por el método del «medio camino». Entre sindicatos y asocia­ ciones patronales el forcejeo está casi desprovisto de animosidad clasista y cada vez tiene más resonancia el interés puramente eco­ nómico. . En segundo lugar tenemos los grupos de intereses en el ámbito de la economía con sus encontrados fines y propósitos. Entre agri­ cultura e industria, entre industria y comercio existen también sus tensiones. G o etz B rlefs ha advertido que estas asociaciones actúan según el principio del «laisser-faire», es decir se confían al curso de la concurrencia económica, con la cual delatan su filiación con la economía liberal. En esta segunda fase de la economía liberal lo único que ha cambiado es el sujeto del «laisser-faire». En lugar de los in- 84 LOS GRUPOS SO CIA LES Y LOS M 2D I0 S DE IN FO RM ACION 10. J . H ö f f n e r , 1. c ., p . 333. J . H . K a is e r , P r e s s u r e G r o u p s , e n « W ö r t e r b u c h d e r S o z io lo g ie » . S t u t t g a r t , 1955, p p . 399 ss. Id. D i e R e p r ä s e n t a t i o n o r g a n i s i e r t e r I n t e ­ r e s s e n . B e r lin , 1956, p p . 246-248. V . O . K e y , o . c ., p . 152.

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