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ALEJANDRO DE V ILLA LM O N TE 67 entonces ha encontrado el sentido más hondo de la muerte dentro del misterio de un Dios que muere. VII.—BAUTISMO EN LA CURA DE ALMAS Hemos mantenido la intención de que nuestro estudio sobre la «teología bautismal» tenga un carácter «kerigmático». Es decir, que sea una exposición del misterio del bautismo tal que, asimilada por el Pastor de almas, pueda servirle de alimento, guía y orientación en la predicación y apostolado en general. La «teología bautismal», es la mejor preparación para una fructuosa práctica pastoral en tomo al bautismo; ya que nada hay más «práctico» que una buena teoría. Sin embargo, todavía vamos a completar nuestra exposición con un esquema de orientaciones «más prácticas», en torno al bautismo 1. Prediquemos al pueblo cristiano la grandeza del bautismo. La famosa frase de San León: ¡A gn osce o christiane dignitatem tuam !, ha de hacerse comprender a los fieles por la predicación fre­ cuente sobre la grandeza del bautismo. Las ideas fundamentales antes expuestas: incorporación a Cristo por el bautismo; introduc­ ción en la Familia divina; la participación en la dignidad mesiánica de Cristo por el carácter, la consagración —en Cristo— a la Trini­ dad, deben ser el fundamento para llevar a los fieles a una con­ cepción grandiosa y sólida sobre su dignidad y responsabilidad como cristianos. Puede todavía ampliarse la comprensión de tales ideas mediante estas reflexiones. a) Bau tismo y p rofesión religiosa. — Todos los cristianos man­ tienen una idea elevada de lo que es el estado religioso. Significa y quiere realizar la total consagración de un hombre a Dios; abandono de todo lo que en la vida pueda significar un impedimento para este servicio incondicional al Señor. Los tres votos son la expresión de esta voluntad de entrega y en forma irrevocable. Sin embargo, el bautismo que recibe le confiere al bautizado, con relación a los de­ más hombres, una grandeza incomparablemente mayor que la que la profesión da al religioso en relación a los demás cristianos. El ideal de la profesión religiosa fue siempre realizar en el que la emite, 46. S o b r e e l t e m a d e e s t a s e c c ió n v é a s e , e s p e c ia lm e n t e , E . W a l t e r , F u e n t e s d e s a n t i f ic a c ió n , p p . 13-14. R a u -R u t a , E l B a u t is m o . . . , p p . 147-257. P . T h . C a m e lo t , S p i r i t u a l i t é d u b a p t ê m e .

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