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58 E L SACRAMENTO DEL BAUTISMO está por oficio capacitado para participar y participa en los sacra mentos y en la Liturgia, ejerce su señorío sobre el mundo en Cristo y en la Iglesia. El bautizado debe colaborar al triunfo sobre la materia aún en su actividad profana, santificándola y contribuyendo a la consa gración del universo al Padre, junto con Cristo y la Iglesia. El hom bre cristiano está destinado al dominio religioso sobre la creación entera. Todos los medios sobrenaturales y naturales: la cultura, el progreso técnico, la organización social y económica en cuanto con tribuyan a libertar al hombre de los lazos de la materia y a «espi ritualizarle», deben ser aceptados por el cristiano. Aún más, el cris tiano está positivamente llamado a la conquista del mundo para ofrendarlo a Cristo Rey y al Padre. VI— CONSAGRACION A LA TRINIDAD POR LA TRANSFORMACION EN CRISTO Toda la historia de Salud se desarrolla en torno a Cristo, espe cialmente en torno a su muerte y resurrección en la cual la Historia de Salud llega a su cumbre. También es aquí donde Dios se revela constantemente: en torno a Cristo y sobre todo en torno a su muerte y resurrección. Aún el misterio de la Trinidad, en cuanto a su reve lación para hombres y en el estado de viadores, no está fuera del círculo cristológico. La revelación del misterio de la Trinidad en el N. T., acontece en torno al misterio de Cristo y más en concreto en torno a su muerte-resurrección, según vimos en otra parte 41. El ciclo de las revelaciones cristológicas y el de las revelaciones y vida trinitaria están compresentes el uno en el otro: La Trinidad se nos revela en Cristo; y Cristo se nos revela para llevarnos a la Trinidad. Por eso, el bautismo que nos incorpora al misterio de Cristo y es su realización en cada uno de nosotros, nos incorpora también al misterio Trinitario y es también la realización de este misterio en nuestra vida. Continuamente, a lo largo de nuestro estudio, hemos señalado los diversos aspectos en que el misterio de Cristo se revela en no sotros. Pero en todos ellos, al lado de Cristo se nos revela también el misterio de la Trinidad: el bautismo nos incorpora a la Familia divina, que es la familia del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nos incor- 41. A l e j a n d r o d e V i l l a l m o n t e , P r o b l e m a s e n t o m o a l C r is t o c e n t r i s m o t e o l ó g ic o : V e r d a d y V i d a 19 (1 9 6 1 ) 113-129.
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