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34 EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO pregunta: «¿Qué pides a la Iglesia de Dios?». La Iglesia es la Fuerza de Dios presente en el mundo. La Divinidad habita sustancialmente en Cristo como en su Templo; pero la Iglesia es el Cuerpo glorioso del Señor Jesús viviendo en el tiempo y en el espacio. Si cada bau tizado se hace templo de Dios en el bautismo, es precisamente porque ha sido agregado al gran Templo, que es la Iglesia y Cristo La pila bautismal es el seno materno en que la Iglesia, fecundada por el Espíritu, engendra a sus hijos. B) Su jeto de derechos y deberes en la Iglesia. — Al ser cons tituido ciudadano de la Ciudad de Dios, que es la Iglesia, el cris tiano se constituye en sujeto de nuevos derechos y deberes dentro de la Sociedad eclesiástica. a’) Los derechos del cristiano en la Iglesia podrían resumirse en éste fundamental: participación en el «bien común» de la Sociedad eclesial. En concreto, este «bien común» lo constituyen todas las gracias que Cristo nos mereció con su Pasión y Muerte; puesto que la Iglesia no hace sino continuar en la tierra la obra redentora de Cristo, haciéndola siempre actual. La «actualización» de la obra re dentora de Cristo la verifica la Iglesia por el ejercicio de la triple potestad. Por consiguiente, los cristianos, por su bautismo, adquieren derecho a todos los bienes que se derivan del ejercicio de la triple potestad: poder de santificar, de regir y de enseñar. La potestad de santificar la ejerce la Iglesia en la administración de los sacra mentos y sacramentales y en el culto público que da a Dios: el bau tizado tiene derecho a los sacramentos y la participación activa en el culto público de la Iglesia. Sobre todo, tiene derecho a participar activamente en el sacramento y acto de culto por excelencia: el sa crificio de la Misa. Igualmente, tiene derecho el bautizado a que la Jerarquía eclesiástica le enseñe fielmente la doctrina de salvación de que Cristo la hizo depositaría para la Comunidad de los hijos de Dios y a ser dirigido hacia el cielo por los preceptos, manifestándole en cada circunstancia de la vida lo que Dios quiere de él -6. A parte de estos bienes, que derivan directamente de la Jerar quía eclesiástica, hay otros que Dios da al bautizado, como conse cuencia de lo que llamamos «Comunión de los santos»: que los fieles tienen parte en los bienes espirituales de los otros, como miembros que son de un mismo Cuerpo, que es la Iglesia: los actos de culto- adoración; las oraciones y sufrimientos de unos miembros benefician 25. C fr . Y . M -J . C o n g a r , L e m y s é r e d u T e m p l e . O u l ’E c o n o m ie d e l a p r é s e n c e d e D ie u à s a c r é a t u r e d e l a G e n è s e a l ’A p o c a l y p s e (P a r is , 1958), p p . 145-180. 181- 273. 279-293. 26. N o h a c e m o s m á s q u e s u g e r ir id e a s d e f á c il d e s a r r o llo e n la p r e d ic a c ió n .
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