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C A R L O S DE V X LL A PA D IE RN A 9 jer; y anda dividido. La mujer soltera, y también la virgen, se preo­ cupa de las cosas del Señor: cómo ser santa en el cuerpo y en el es­ píritu. Mas la casada se preocupa por las cosas del mundo: cómo agradará al marido. Y ésto dígolo por vuestro propio interés, no para armaros un lazo, sino para llevaros a lo que es digno y une sin divi­ sión al Señor». El vocablo «parzenos» = virgen, con el que encabeza su razona­ miento, aunque por los versículos 28, 32, 3&, 37, 38, parece aplicarse solamente a las mujeres, sin embargo, el contexto exige su aplicación tanto a los varones como a las mujeres, ya que establece un principio valedero igualmente para ambos sexos. En el Apocalipsis 14, 4, se llama «vírgenes», a los varones que «no se mancharon con mujeres». El Apóstol habla aquí no de la superioridad del celibato en de­ terminadas ocasiones y circunstancias que exigirían del cristiano una entrega total y una mayor disponibilidad de ánimo, como, por ejem­ plo, en tiempo de persecución s, muy difícil de lograr en los casados, sino que habla absolutamente, porque las razones que da, arrancan de la naturaleza misma del estado de matrimonio y de celibato en relación al servicio más expeditivo y generoso de Dios. Las tres razo­ nes que hacen superior al celibato son: a) La «instante necesidad» (Gén. 26); b) La brevedad del tiem­ po (vers. 29); c) Más ventajoso para la dedicación a las cosas del reino del espíritu (vers. 32-35). a) La ’’instan te necesidad” . — La expresión no indica las tribu­ laciones de una parusía, considerada como inminente, que aconsejaría no casarse para estar más libre de cuidados ante la llegada del Señor. «Ananke» = necesidad, no es término técnico de la Parusía. Cuando se emplea con colorido parusíaco va acompañada del calificativo «me- gale», «enéstosan», significa presente, no inminente, según el uso profano del vocablo y según el uso bíblico (Rom. 8, 38; I Cor. 3, 22). Y cuál es esta «necesidad presente» por la cual el matrimonio no se recomienda? Lo que San Pablo llama a renglón seguido «tribula­ ción de la carne (ver. 28). Los Santos Padres lo entendieron dema­ siado materialmente (cuidado de la familia y de los hijos, estrecheces económicas, etc...); debe entenderse a la luz del versículo 32 que da el sentido unitario y completo a todo el pasaje. b) La brevedad del tiempo. La brevedad del tiempo de que habla San Pablo se refiere, «ex contextu», al tiempo de vida asignado a cada hombre para colaborar en el establecimiento del reino de Dios 8. J -J . von A llmbn , Vocabulaire Biblique (Neuchatel-Paris, 1956), art. Ma­ riage, 169.