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BU E N A V EN TU R A DE S A N T A M A R IA 347 —Muy interesante. ¿Cuál ha sido el volumen de lo distribuido en España? —En estos momentos, el valor de los productos distribuidos en España por la Cáritas sobrepasa los 11.000 millones de pesetas. La ayuda se ha extendido a 4.500.000 personas. Como ve, algo muy sig­ nificativo desde todos los puntos de vista. Casos ha habido en que la ayuda se ha repartido al 55% de la población. Por término medio se distribuían unas trescientas toneladas diarias de víveres. Estos en­ traban por cinco puertos españoles. Hasta la mitad del Atlántico, los fletes habían sido pagados por el Gobierno Americano; desde allí hasta puerto, por el Gobierno Español; desde puerto hasta los con­ sumidores los portes habían de ser pagados por los organismos dis­ tribuidores. Para lograr esta formidable coordinación fueron precisas las prestaciones voluntarias de 200.000 personas. Ultimamente ha tenido mucha importancia la reparticipación de 250.000 colchones. —Creo que estos datos asombrarán a más de uno. Pero, ahora nos encontramos con que la ayuda está prácticamente suspendida. ¿Qué perspectiva se le presenta a la Cáritas? —Si esta suspensión no repercutiera tan dolorosamente en algunas familias y escuelas, yo diría que me alegro. Me alegro porque la sus­ pensión temporal puede servir para que los españoles se den cuenta de que Cáritas es algo más que un organismo que reparte limosnas extranjeras. Y de que si hay muchos españoles que necesitan caridad son los propios compatriotas los que deben proporcionársela. Pero, vendrá pronto otra clase de ayuda americana. En cantida­ des que parecen fabulosas. Llegará pronto a puertos españoles harina de maíz, lentejas, aceite de soja, y algunos otros productos siempre prácticos, aunque no lo son tanto como la leche en polvo y el queso. —Hay algo que noto está cambiando, Sr. Duocastella. La cari­ dad se organiza. —Yo no quisiera dar la impresión de que Cáritas encontró el campo de la beneficencia española poco menos que en barbecho. Prueba de lo contrario es que en Cáritas, como organismo coordinador, están re­ presentadas las siguientes organizaciones que ya operaban en el plano nacional: Damas de La Caridad, Hermandad de los Santos Cosme y Damián, Caballeros de San Vicente, Señoras de San Vicente, Obra de Luisa de Marillac, Obra Salus Infirmorum, Obras de Protección a la Joven, Hermandades del Trabajo, Auxiliares Sanitarias, Confe­ rencias de San Vicente... Luego, en la Cáritas Diocesana, por defi­ nición, han de estar representadas y coordinadas, no absorbidas, las

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