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3 4 6 CUATRO E N T R E V IS T A S , CUATRO ha orientado hacia las escuelas profesionales, la capacitación téc­ nica a los emigrantes, las colonias de vacaciones y los centros so­ ciales. En fin, como puede notar, en cada nación las Caritas conserva su carácter propio e incluso recibe nombres distintos. —'¿Quiere ahora, Sr. Duocastella, decirme alguna cosa sobre la Cáritas Española? —La Cáritas Española tiene nada más que quince abriles. Joven- cita. Nació por decisión de la Acción Católica en 1945. Antes había, naturalmente, organizaciones dedicadas al ejercicio de la caridad en todo el ámbito nacional. Se creyó necesario crear la Cáritas, no para sustituir a organismos beneméritos, sino para coordinarlos e impul­ sarlos, y, circunstancialmente, también llevar directamente ciertas obras de caridad que requerían una técnica nueva e incluso renovada mentalidad. En principio, toda esta labor de coordinación ha de ser llevada por el centro nacional a través de los secretariados dioce­ sanos que, desgraciadamente, en pocas diócesis funcionan. La primera Asamblea Nacional de Cáritas tuvo lugar en 1946, aunque entonces no figuraba con tal nombre. Este fue adoptado en 1953. Casi en el mismo momento en que comenzaba a recibirse la ayuda social americana por lo cual, para mucha gente, Cáritas y Ayuda Social Americana han quedado identificadas. La distribución de los productos procedentes de la Ayuda Social Americana es sólo una tarea de Cáritas. —He oído que esta ayuda social ha sido momentáneamente sus­ pendida por abusos cometidos en la distribución... —Es cierto que se suspendió momentáneamente la ayuda social americana. También es cierto que se han dado abusos graves en la distribución. Algo realmente inevitable hasta cierto punto. Pero, ya no es cierto que la suspensión obedezca a estos motivos. La realidad es que los envíos se suspendieron temporalmente porque Estados Uni­ dos encontró comprador para sus excedentes agrícolas. Son muchos los que creen que los productos repartidos por la Cáritas eran dona­ tivo de los católicos estadounidenses. No es cierto. Los productos pro­ cedían de los excedentes agrícolas que el gobierno de los Estados Unidos confiaba a las organizaciones religiosas, para su distribución porque éstas contaba con organismos ya establecidos para poderlos repartir. A la Catholic Relief Services se le ha confiado hasta el 60% del total. Hasta que salió comprador de la mantequilla, la leche en polvo, etc. Francia ha comprado este año los excedentes.

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