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332 LO S P R O B LEM A S AC TU ALES DEL C A T O L IC ISM O . de kilómetros lo que les tiene separados, y no hay medios de salvar esas distancias porque ni existen carreteras, ni hay coches para el itinerario, ni quizá dinero para sacar un billete de avión, si es que se ofrece esta oportunidad en aquellos parajes solitarios. ¡Distan­ ciados hasta del mundo social y culto! Sin relación alguna ni con sus conocidos o familiares, porque en la selva no hay radio ni prensa, servicio de telégrafos ni tampoco correos, ni funcionarios estatales para recoger o llevar hasta allí la correspondencia... En calidad de síntesis maravillosa, merece copiarse aquí el acer­ tadísimo elenco de males que S. S. Pío XII hizo ante el estudio de esta situación con las siguientes frases: «Donde falta el sacerdote o éste no es vaso de h o n o r, s a n t i­ fic a d o y ú t il p a ra el S e ñ o r, d isp u e sto a toda ob ra b u e n a (2. Tim. 2, 21); se sigue necesariamente el oscurecimiento de la verdad religiosa, pierden vigor las leyes y preceptos de vida dictados por la religión, languidece cada vez más la vida de la gracia, se corrompen por abandono y dejación las costumbres del pueblo, y se debilita, tanto en la vida pública como en la privada, aqué­ lla saludable firmeza de propósitos que tan sólo logra manifes­ tarse cuando cada uno se atiene, en todas las circunstancias, a los postulados del Evangelio» (8). ¿Hasta cuándo tendrán que permanecer en esta recia tensión de ánimo y de esfuerzo?, ¿cómo llegar a remediar situaciones tan agotadoras? E l p ro b lem a de las vo ca cion e s y la u rg e n te a yud a sa ce rd o ta l del m u n d o a Ib e ro am é ric a . El precedente interrogante nos enfrenta ante el problema más difícil, el de la búsqueda de remedio inmediato a la agudizada exis­ tencia del catolicismo en esta parte extensa del mundo de la his­ panidad : p ro b lem a de v o ca cio n e s para el estado sacerdotal y religioso y a yuda u rg e n te del mundo entero con e n v ío de sa ce rdo tes a lb e ro - Am é rica . Acerca de las vocaciones, la historia nos brinda un dato muy sig­ nificativo. Demuestra cómo la América Latina no es de climatología glacial para el brote y desarrollo de vocaciones eclesiásticas. No lo fue en el pasado. Hasta finales del dieciocho contó con clero nativo 8. « E c c le s ia » , 2 (1 9 55), 145-146. P ío X I I , o . c.