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MARCO MARCHESAN 3 0 5 7.— M isticismo, ascetism o y gusto del sacrificio. De las inve stigacione s ace rca de la p sico log ía de la e sc ritu ra h a re su ltado u n a concepción del subconsciente algo d is tin ta de la de F reud . E n el subconscien te se ag rup an todas la s activid ade s p s íq u i­ cas que no p a rtic ip a n de la co n c ien c ia en la m ed ida en que no e n ­ tra n en el campo de la co n c ie n c ia ; po r ejemplo, los re fle jo s in s t in t i­ vos y toda a c tiv id a d autom ática. Pero se c la s ific a n tam b ién la s c a ­ ra c te rís tic a s de los in stin to s y de los re fle jo s debidos a la h e ren cia , a hechos an te rio re s a l n a c im ien to y a traum a tism o s personales. L a h e re n c ia ca si siem p re lle va consigo au tom atizacione s debidas a vicio s y cu lp a s g raves de los ascend ientes. Este h a lla zgo dem uestra cómo v i­ cios y cu lpa s de los p rogen ito re s y demás ascend ientes, se h e red an en fo rm a de p e rju ic io s causados a los autom atism os psíquicos. Lo cua l co n firm a , a lo menos p a rc ia lm en te y desde u n pun to de vista p sico ­ lógico, la teo ría de la h e ren c ia del castigo, no p recisam en te en fo rm a de p u n ic ió n , sino de desheredación de u n a o v a ria s perfecciones. L a s in ve stig acion e s de la p sico log ía de la e sc ritu ra dem uestran que, más a llá del subconscien te, h a y un a zona denom in ada u ltr a - subcon scien te ; que comprende en sí los lím ite s personales, el modo de ser inm o d ificab le , todo aquello p o r lo que uno de nosotros es y no puede menos de ser, de ser así y no de o tro modo. E n cie rto sentido es la zona en que el yo se apoya en u n p siquism o que y a no pertenece a l yo m ismo, en un p siqu ism o que h a creado y m an tiene al yo : en Dios. L a teo ría del pecado o rig in a l enseña que el hombre gozaba de la am istad de D ios en u n a situ a c ió n m a ra v illo sa . Algo s im ila r puede ex­ p resarse en el concepto psicológico, — ah o ra no re a l, pero posible teó­ ricam en te— , según el cu a l en tre conscien te y u ltra -su b co n sc ie n te puede darse un subconscien te con stitu ido po r autom atismos e fic ie n ­ tes y c la ro s p a ra el con scien te ; con u n a tra n s p a re n c ia p rá c tic am e n ­ te abso luta en tre el conscien te y el u ltra -su b co n sc ie n te , en tre el yo y Dios. Veremos después si es posible te n e r un conocim ien to más cierto sobre esto. L a tenden cia, u n ive rsa lm en te d ifu n d id a , a la p rop ic ia c ió n , nos m ue stra u n a necesidad p sico lóg ica ba sad a sobre hechos. E l gusto po r el s a c rific io , igua lm en te d ifund ido , con su ra íz en la e sencia del psiquism o, con tribuye a dem o strar esta necesidad p sico ­ lóg ica y a p rob a r su fundam en to en la re a lid a d p síquica. E stu d io s e in ve stig a cio ne s sobre la p sico log ía de la e sc ritu ra h a n llevado a d e scub rir la e x isten c ia de gozos m ístico s y gozos ascéticos d ifu nd id o s con escasas excepciones en todos los hombres, en d ive rsas

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